Fue uno de los alcaldes españoles que más tiempo ostentó el cargo desde 1979. Hace dos comicios salió por la puerta de atrás y, como él mismo reconoce, se convirtió en "un político en huída permanente".
Tras esto se fue a vivir junto a su novia a La Habana, regresando justo antes del Covid.
Con José Antonio Barroso nos hemos sentado A mesa y mantel en el bar Dorado, uno de los mejores de España en relación calidad-precio.
A pesar de estar de vuelta, dice que no se volverá a presentar a alcalde. "Ahora la gente me aprecia, el tiempo ha puesto a cada uno en su sitio, y por eso he decidido no presentarme y que me sigan queriendo así".
Su hija mayor le dijo en una ocasión que por culpa de la política se había perdido su niñez, y que por sus afanes castro-comunistas se iba a perder también la de sus nietos.
Barroso recuerda que su padre "se comía con pan las uvas, la sandía y el melón" y que "la comida, por popular, es eterna".