El pleno municipal del próximo lunes incluirá en el orden del día un crédito extraordinario de 133.000 € para la instalación de un sistema de filtrado que reduzca el nivel de fluoruros del agua potable de Ermita Nueva. La empresa municipal de agua, Adalsa, ha hecho un seguimiento continuo desde que el 13 de abril de 2021 la Delegación Territorial de Salud y Familias de Jaén declaró no apta para el consumo el agua que abastece a la aldea de Ermita Nueva, por haberse superado el límite máximo permitido del parámetro fluoruro.
El alcalde, Marino Aguilera, que ha visitado en el día de hoy la zona del depósito de Ermita Nueva en compañía de la edil de Obras y Servicios, Mercedes Flores y los responsables de Adalsa, José Puche y José Luis Hidalgo, explica que “el tratamiento que se va a llevar a cabo será un tratamiento físico, no químico, a través de la alúmina, encargada de bajar los niveles de fluoruros”.
El Ayuntamiento ha adquirido un terreno colindante al actual depósito, donde se construirá un módulo que albergue las dos bombas del sistema de filtrado mencionados. En paralelo, Adalsa ha adjudicado la redacción del proyecto para la conducción del agua desde Alcalá la Real (zona de El Retamar) hasta Ermita Nueva, “conducción que servirá de apoyo a la infraestructura ubicada en Ermita Nueva cuando así sea necesario”, indica Aguilera.
En estos meses han sido varias las muestras que Adalsa ha tomado del acuífero de la aldea, así como los sondeos llevados a cabo tratando de localizar nuevas captaciones, dando todos ellos la misma concentración de fluoruros. El alcalde añade que “todos estos procesos son lentos porque requieren su tiempo de estudio, sondeo, recogida de muestras y resultado de las mismas, por lo que quiero agradecer la insistencia y el trabajo de Adalsa que no ha dejado de buscar la solución a este problema, de hecho, se han realizado cinco pruebas con distintos sistemas hasta dar con el adecuado”.
Marino Aguilera recuerda que “el 15 de abril de 2021, solo dos días después de la declaración del agua como no apta para consumo humano, el Ayuntamiento solicitó su inclusión en el convenio de Diputación Provincial de Jaén y el Instituto Geológico y Minero de España (IGME). Hasta finales de enero de este año Diputación no remitió informe a la Corporación, lo que ha retrasado 9 meses los avances en la búsqueda de soluciones. De haber recibido dicho estudio antes el problema podría haberse solventado ya”.