El área de Patrimonio confirma que ya se han llevado a cabo los trabajos que anunció de prospección superficial de la zona arqueológica del Cerro de la Mesa, ubicada en la aldea de Ribera Alta. Se trata de una investigación arqueológica, promovida por el Ayuntamiento de Alcalá la Real a través de la citada concejalía y autorizada por la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía.
El alcalde y concejal de Patrimonio, Marino Aguilera, apunta que “las labores han consistido en una actuación arqueológica puntual no invasiva, una prospección geofísica mediante el uso de georradar, realizada en colaboración con el Centro de Asistencia a la Investigación (CAI) de Arqueometría de la Universidad Complutense de Madrid”.
Aguilera, que ya visitó anteriormente el terreno junto al concejal de Agricultura y Medio Ambiente, Jesús Aguilar, y el técnico de Patrimonio y arqueólogo municipal, Carlos Calvo, en compañía también de los propietarios del terreno, recuerda que “dichos trabajos se enmarcan en el programa de actuaciones que el ayuntamiento viene impulsando en el municipio, con el objetivo de mejorar el conocimiento del poblamiento y evolución histórica y arqueológica de los yacimientos más significativos de nuestro término municipal, como ya se hizo en el caso de la zona arqueológica de Fuente Álamo en 2019”.
La actuación ahora desarrollada en el Cerro de la Mesa de Ribera Alta persigue un doble objetivo. Por un lado, mejorar el conocimiento sobre este yacimiento, uno de los más importantes de Alcalá la Real y, por otro, establecer diferentes estrategias de recuperación y puesta en valor del enclave, a partir de la información que arroje la prospección del georradar.
Marino Aguilera avanza que “una vez se obtengan los resultados de esta prospección, se hará una convocatoria pública en Ribera Alta para darlos a conocer a los vecinos, tal como hicimos en su día con el cortijo La Torre de Fuente Álamo”.
La zona arqueológica del Cerro de La Mesa, con una extensión aproximada de 4 hectáreas, es un yacimiento que posee una amplia trayectoria temporal que se remonta a la Edad del Cobre. Durante ese periodo, es posible que se mantuviera el poblamiento, teniendo un importante desarrollo en época argárica. Posteriormente, en época ibérica se configuraría como un enclave de relevancia, donde se produciría una importante transformación del mismo. Durante este periodo es probable la sucesión de episodios de destrucción en la zona, en el marco de la II Guerra Púnica, lo que provocaría si no un abandono del cerro, sí una reducción importante de la ocupación de este, que se alargaría hasta época romana.