La defensa de Jonathan Moya, principal imputado por el rapto y muerte de la niña de 16 meses de Palma del Condado (Huelva) Míriam, va a solicitar este miércoles al juez instructor la práctica de nuevas diligencias que incluyen la reconstrucción de los hechos acaecidos entre el 20 y el 27 de diciembre de 2012 y la ampliación de la autopsia de la pequeña y de las pruebas de ADN de las muestras biológicas recogidas en la ropa que vestía cuando fue encontrada en el interior de una balsa de riego de Fiñana (Almería).
Durante la comparecencia en sede judicial prevista en la Ley del Jurado, en la que están citados el coimputado por presunto encubrimiento Raúl R.F. y la madre de la menor, Gema Cuerda, solicitará, asimismo, que se tome declaración a su patrocinado tal y como ha interesado en hasta dos ocasiones por petición del propio Moya, quien afirma que quiere "colaborar con la justicia en el esclarecimiento" del crimen, así como aportar información "sobre la participación de terceras personas que no están imputadas en la causa".
Así lo ha indicado a Europa Press el abogado José Ramón Cantalejo, quien ya anunció recurso contra el auto del Juzgado de Instrucción número 2 de Almería que ordenó tramitar el secuestro y asesinato de la pequeña Míriam como tribunal de jurado y como sumario la investigación de la presunta agresión sexual a la madre, quien lo denunció ante la Guardia Civil de Gérgal cuando se personó el 20 de diciembre para comunicar que Moya González se había llevado "todas sus pertenencias" y a su hija de 16 meses tras mantener una "fuerte" discusión.
Las nuevas diligencias que va a solicitar la defensa del principal imputado, que considera que "aún queda instrucción por delante", guardan relación con informes del Instituto Nacional de Toxicología y de la Policía Judicial de la Guardia Civil incorporados a la causa.
Cabe recordar que uno de los informes se elaboró derivado del análisis del contenido de los 'wasaps' del teléfono de Moya González y un segundo se realizó para comprobar la veracidad o falsedad de la última de las versiones en la que apuntaba a la intervención en el crimen de terceras personas.
El primer informe recoge como conclusión principal que Raúl R.F., imputado por presunto delito de encubrimiento y pese a la última declaración exculpatoria de su amigo Jonathan, quien lo inculpó inicialmente, "era conocedor de sus intenciones de separar a la menor y a su madre en contra de la voluntad de ésta" y que podía, asimismo, "conocer el paradero de ambos" una vez fue secuestrada el 20 de diciembre de 2012.
El segundo informe de la Guardia Civil desmiente, tras unas intensas gestiones en diversas provincias andaluzas y en Extremadura, la existencia de las dos personas a las que señaló como implicadas en los hechos. "Las gestiones realizadas han sido contundentes a la hora de desmentir la existencia" de ambos, por lo que, según remarca, "puede considerarse sin ningún género de dudas que Jonathan Moya mintió" durante su ultima declaración en abril de 2013.
RESTOS BIOLÓGICOS
En los informes biológicos sobre las muestras recogidas en el lugar donde apareció el cadáver que figuran en el sumario se afirma que "los alelos extras de procedencia desconocida que fueron detectados en las perneras de los leotardos de la menor Míriam no coinciden con las características genéticas que definen a C.M.J. --tía de Jonathan Moya que ahora ha sido desimputada-- y a Gema Cuerda", madre de la niña.
Esos mismos informes confirmaban la presencia de ADN de Moya González en los films de plástico que envolvían el cuerpo de la niña cuando fue encontrado tras ocho días en paradero desconocido y, según el juez "en poder de Jonathan Moya", en el interior de una balsa de riego a una distancia de apenas unos 500 metros del cortijo familiar donde fue arrestado el principal implicado en los hechos.
Según los datos que trascendieron del informe preliminar de la autopsia, la bebé habría muerto por un "traumatismo craneoencefálico y asfixia mecánica" entre tres y cinco días antes de que fuese hallada sin vida, el 27 de diciembre de 2012.
INDICIOS DE AGRESIÓN SEXUAL
El último auto del magistrado Jesús Miguel Hernández indica que existen indicios de la participación de Jonathan Moya, de 26 años, "en una agresión sexual hacía" Gema Cuerda en un paraje del término municipal de Nacimiento y "en la sustracción" el 20 de diciembre de 2012 "contra la voluntad de su madre" de la bebé Míriam, cuyo cuerpo sin vida apareció con signos de violencia siete días después en una balsa de riego próxima al Cortijo Torre de Márfil, en Fiñana.
Añade que, al margen de los delitos de asesinato y detención ilegal, cuya imputación a Moya González y Raúl R.F. califica de "verosímil" y que debe tramitarse como tribunal de jurado, procede deducir testimonio para incoar el "oportuno sumario" que permita "averiguar y hacer constar" si Gema Cuerda fue víctima de una agresión sexual antes de que secuestraran presuntamente a su hija.
Argumenta el juez, en la misma línea que la manifestada por el Ministerio Fiscal, que, en este caso, los "hechos y víctimas son diferentes" a los que se tramitan en la causa principal por el crimen de la bebé, por lo que acuerda abrir otro procedimiento para esclarecer si hubo perpetración del delito, las circunstancias que pudieron influir en su calificación y la culpabilidad de las personas responsables.