El Tribunal Supremo (TS) ha condenado a penas que oscilan entre los cinco años y los tres años y seis meses de prisión a los cuatro integrantes de una banda que alijó tres toneladas de hachís en el litoral de Roquetas de Mar (Almería) en 2007, entre ellos un agente de la Guardia Civil que reveló información confidencial sobre operativos antidroga.
El Supremo concluye en su resolución, a la que ha tenido acceso Europa Press, que no ha lugar a los recursos de casación presentados por las defensas contra el fallo de la Sección Segunda de la Audiencia de Almería con una única excepción ya que, aunque confirma casi integramente los pronunciamientos, sí decide anular la responsabilidad personal subsidiaria por impago a las multas que se le impuso al cabecilla de la trama.
El principal procesado, condenado a cinco años de cárcel y con antecedentes por delitos contra la salud pública y lesiones, proyectó en 2006 traer un importante alijo de hachís desde Marruecos a Almería, para lo que contactó con personas de origen marroquí no identificadas para que le proporcionaran la droga al tiempo que se encargó de entrar en relación con otros para que le dieran cobertura a la operación y transportaran la droga desde el lugar donde se iba a desembarcar.
En un primer momento, el plan contemplaba que el alijo se llevara a cabo en la playa de Carboneras, por lo que reclutó a un agente de la Guardia Civil del puesto de Huércal de Almería que le facilitó información confidencial sobre placas de matrículas de vehículos policiales camuflados y aportó el equipo de transmisiones si bien el tribunal de instancia no consideró acreditado que recibiese cantidad alguna de dinero por parte del cabecilla.
Tras varios intentos fallidos por diversos motivos, se modificó el lugar de desembarco a Las Palmerillas, en Roquetas de Mar, y se fijo como fecha el 22 de agosto de 2007. Hasta ese momento, se intensificaron las llamadas telefónicas, los SMS y las entrevistas entre los implicados, el tercero de ellos propietario de una empresa cuya misión era proporcionar la nave para almacenar la droga y custodiarla, así como la zódiac usada para el transporte, de 12 metros de eslora y tres motores. Recibió a cambio unos 8.400 euros.
Según recoge la sentencia, la embarcación se echó a la mar de madrugada y fue detectada por agentes del Equipo de Delincuencia Organizada y Antidroga (EDOA) de la Guardia Civil, que habían activado un dispositivo de seguimiento, cuando regresaba a la costa almeriense "a baja velocidad y sin luces reglamentarias de señalización".
Tras observar como se paraban a dos metros de la orilla y un número indeterminado de persona empezaba a descargar hasta 109 fardos de arpillera para trasladarlo hasta un camión, intervinieron aunque los implicados se dieron a la fuga mientras que los cuatro ocupantes de la zódiac se arrojaban al mar. Uno de ellos, con antecedentes por homicidio, tenencia ilícita de armas, lesiones y robo, pudo ser detenidos mientras que se decomisaron 3.102,5 kilos de hachís valorados en 4,3 millones de euros.
La sentencia confirma la pena de cuatro años y seis meses de prisión para el empresario y para el agente de la Guardia Civil, que deberá hacer frente a 14 meses de multa a razón de diez euros al día por un delito de revelación de secretos y a una inhabilitación especial para ejercer por dos años mientras que el cuarto implicado, detenido a pie de playa, se enfrenta a tres años y seis de cárcel.