La Fiscalía de Almería ha solicitado penas que suman 15 años de prisión para un hombre de 25 años acusado de maltratar de manera habitual a su compañera sentimental en presencia del hijo menor de edad de ambos y de agredirla sexualmente después de que ella se negase a retomar la relación con él.
J.S.G. habría entrado por un balcón en la casa de la madre de la víctima, donde ella dormía con su hijo, y tras "intentar convencerla" para que volviese con él, la habría amenazado y violado "mientras ella estaba en estado de parálisis por el miedo infundido".
El Ministerio Público atribuye al acusado la presunta comisión, con agravante de parentesco, de delitos de malos tratos habituales, de maltrato, de agresión sexual y de amenazas y, al margen de la pena privativa de libertad, interesa que se le condené a seis años de libertad vigilada y se le prohíba acercarse a su expareja a menos de 500 metros durante 14 años.
El escrito de calificación provisional, consultado por Europa Press, indica que acusado y víctima habían mantenido una relación estable de pareja que duró cinco años y que, durante este tiempo, J.S.G. mantuvo una "actitud muy celosa y controladora", impidiendo que la mujer pudiese "salir con sus amigas y revisando su teléfono móvil para ver con quién tenía contacto".
Describe, asimismo, que, de forma reiterada, la habría "insultado, menospreciado y vejado, enfadándose de forma agresiva y llegando a descargar su agresividad sobre los muebles hasta romperlos, a estampar al perro contra la pared, a empujar a la víctima y a echarla de la casa".
El Ministerio Público alude a un episodio en concreto en el que, tras cogerle el móvil para controlar con quién hablaba y ver una conversación de Facebook, "le dio dos guantazos en la cara estando presente el hijo común, que se puso a llorar".
La situación sumió a la mujer en "un gran desasosiego y actitud de sumisión", lo que le llevó a recelar de denunciar los hechos si bien cesó la relación en febrero de 2017.
Pocos días después, el procesado se personó presuntamente de madrugada en la casa de la madre de su compañera, que residía en ese momento ahí junto a su madre, y tras acceder por el balcón de su habitación, "intentó convencerla para retomar la relación".
Ante la negativa de ella, según remarca el fiscal, él comenzó a amenazarla y la agredió sexualmente, "quedando la mujer en un estado de parálisis por el miedo infundido y para evitar despertar a las demás personas que dormían en ese momento en la casa".
El relato acusador añade que J.S.G. se dedicó supuestamente, tras la violación, a "amedrentar" a la víctima con mensajes de Whatsapp como: "vas a desear estar muerta"; "pienso hacerte la vida imposible"; "más vale que salgas del pueblo lo antes posible porque sé como se entra y sé tu habitación; y "de la cárcel se sale, del cementerio no".
El Ministerio Público solicita que el procesado, en libertad provisional y que será enjuiciado el 26 de septiembre por el tribunal de la Sección Tercera de la Audiencia Provincial, que indemnice a su excompañera sentimental con 25.000 euros por los daños morales ocasionados por el maltrato y la agresión sexual.