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09/06/2024  

Jerez, tierra de viñedos (y II)

  • La viña El Telégrafo es una de las más populares del Marco. Está en la carretera de Morabita.
La mejor forma de disfrutar del paisaje de viñas es salir en torno a Jerez. Sin ir más lejos. Para facilitar el recorrido por los pagos más conocidos y su localización espacial, citaremos algunos de los más notables que encontramos colindantes con las distintas carreteras que parten de Jerez (en sentido contrario a las agujas del reloj), así como los ubicados en sus proximidades y en otros territorios más alejados de aquellas.

Carretera de Sevilla
Aunque en otros tiempos las tierras llanas de los pagos de Las Abiertas acogieron viñas, hoy apenas quedan algunas pequeñas fincas que lo recuerdan, al igual que sucede en el de Bogar, absorbido por el crecimiento urbano, o en el más antiguo de Lárgalo, donde se instaló el recinto del González Hontoria.
En el pago de Ducha, dedicado hoy día mayoritariamente a cultivos de secano, hubo sin embargo muchos viñedos, siendo uno de los primeros que sufrieron la plaga de filoxera en 1894. En las tierras de Ducha, frente a lo que ahora es el aeropuerto, hubo ya una alquería árabe, Du??a, de la que nos habla M.A. Borrego Soto. En las proximidades del Cuervo el pago de Montegil, en las laderas del alto del mismo nombre, se conserva todavía una buena porción de viñas.

Carretera de Morabita
La conocida como carretera de Morabita, que sigue en buena parte el trazado del antiguo camino de Lebrija, deja a ambos lados tradicionales pagos de viñas, especialmente en su margen izquierda. Junto a los de Capirete y Manzanillos, el de mayores resonancias es el de Carrascal, con viñas como El Telégrafo, La Canariera, El Corregidor, Viña Romano…
Este de Carrascal es uno de los pagos más antiguos de Jerez y uno de los más alejados del mar. Otro muy conocido, que encontramos también en esta ruta, es el de Espartinas, que se cuenta entre los más antiguos de Jerez y que incluye viñas tan conocidas como Berango, Los Romanos, La Gente romana, Viña de Enmedio… La toponimia latina, tan abundante en este rincón de la campiña, nos apunta su antiquísima colonización.

Carretera de Trebujena
La carretera de Trebujena tiene a ambos lados de su recorrido tradicionales pagos de viñas como el de Raboatún, con viñedos sobre barros como el afamado pago de Macharnudo (Alto y Bajo) en cuyos cerros y laderas, presididos por la torre medieval de la finca El Majuelo, pueden verse pintorescos paisajes de viñas. El pago de Almocadén, frente a Macharnudo, otro de los de más nombradía, guarda también en su topónimo resonancias árabes y alude al nombre con el que eran conocidos los guardas de los campos.
El antiguo pago de Valcargado (Tabajete) colindante con las marismas a los pies de Mesas de Asta, ha perdido muchos de sus viñedos. Ya en otros parajes, el de Burujena, situado al Noroeste del término de Jerez, próximo a Trebujena, tiene buena parte de sus viñas orientadas hacia la marisma del Guadalquivir, como el de Martín Miguel, ya en tierras de Sanlúcar.

Carretera del Calvario
La conocida como carretera del Calvario, carretera de La Viñas o camino de Bonanza, por la que desde Jerez se busca el Guadalquivir, es de obligado recorrido para admirar el paisaje del viñedo al ser una de las que cruza un mayor número de pagos de viñas. El Cerro de Santiago, con las viñas de Cerro Nuevo y Cerro Viejo, es uno de los más conocidos, junto al de El Corchuelo, situado a la izquierda de la carretera apenas cruzamos la Ronda Oeste. Los del Amarguillo, Orbaneja, Tizón, Cerro Pelado (con excelentes tierras), Prunes… son otros tantos pagos de esta zona. Este último, el de Prunes, está presidido por el caserío de la antigua viña de San José.

Zona de Las Tablas
Entre las carreteras del Calvario y Sanlúcar, junto a los actuales núcleos rurales de Las Tablas, Polila o Añina se encuentran renombrados pagos de viñas como San Julián, Zarzuela, Cantarranas o el de Aniña, el que encierra más historia y cuyo topónimo, de origen latino, nos habla ya de la ocupación temprana de este rincón de la campiña. Estas laderas de viñedos sobre albarizas, orientadas al mar, ofrecen magníficas estampas del paisaje de las viñas.

Carretera de Sanlúcar
En dirección a Sanlúcar, a la derecha del camino, los pagos de Alfaraz y San Julián (uno de los más famosos de todo el Marco), separados por la carretera de Las Tablas, albergan renombradas viñas por las que en otros tiempos cruzaba la traza del ferrocarril camino de Bonanza.
En el de Marihernández, destaca la viña de La Cruz del Husillo y en el de Alfaraz la de Cerro Obregón, desde cuya casa, hoy habilitada como establecimiento hostelero, se domina una magnifica perspectiva. Balbaina, Los Cuadrados, Grañina… son otros tantos pagos de viñas que encontramos a ambos lados de esta carretera. Como el de Montana, al norte de Las Tablas, por cuyas tierras discurría también el ferrocarril.

Carretera de Rota
Entre las carreteras de Sanlúcar y Rota, el pago de Balbaina (topónimo de origen latino) es uno de los de mayor extensión del marco, cuyos viñedos reciben como pocos, la influencia de los suaves vientos procedentes del Atlántico. El pago de Carrahola, cruzado por la cañada de Las Huertas, el de La Gallega, o el de Los Tercios, por citar sólo los más conocidos, se encuentran también en este hermoso rincón.

Zona Sur
Al abrigo de la Sierra de San Cristóbal, junto a la actual laguna de Torrox y en las proximidades del campo de golf, los pagos de Torrox y Anaferas, se cuentan entre las escasas zonas de viñedos situadas al sur de la ciudad. Este último hace alusión en su nombre a los barros que se extraían en este lugar para hacer anafes (hornillos de material cerámico), vocablo también de origen árabe.
Todavía hay viñas en Anaferas como en Parpalana, junto a El Portal y la Hijuela de Las Coles. Mas escasas son por el contrario en el pago de Solete, donde aún se conservan algunas casas de viñas, habiendo desaparecido casi por completo en el de Gibalcón, próximo a Torrox, del que ya no queda ni su sonoro nombre.
Ya en zonas más alejadas de la ciudad y en dirección Este encontramos zonas aisladas de albariza, arenas pliocenas o suelos margosos de tierras blancas donde también se ha cultivado viñas.
Nos referimos a pagos o fincas como los de Espínola, Lomopardo, Montealegre, Cuartillos, Los Isletes, La Peñuela, Montecorto, Cartuja de Alcántara… De todos ellos, de sus paisajes diversos e igualmente hermosos, tendremos ocasión de ocuparnos en futuras salidas “en torno a Jerez”. Será una nueva oportunidad para disfrutar con la riqueza de nuestra campiña.

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