Como ha asegurado el concejal de Medio Ambiente, Pedro Lanzas, “el punto limpio es cada vez más conocido y aprovechado por los lojeños, que van optando por llevar allí residuos que deben ser recogidos por otras vías diferentes a los habituales contenedores de inorgánicos, papel, ropa, envases de plástico o vidrio”. Al contrario de lo que ocurrió el primer año, el 2008, los usuarios no han ido creciendo de un mes a otro sino que se han repartido equilibradamente durante los doce meses, “porque ya la cuestión no es que el ciudadano vaya sabiendo de su existencia sino que sepa utilizarlo cuanto más mejor y que le dé la utilidad que quiera cuando se encuentra que almacena suficientes residuos específicos como para llevarlos al punto”, explican.
MUEBLES Y ENSERES
Entre las basuras más frecuentes están los muebles, de los que se han recogido 318 unidades, los colchones –con 244 unidades-, los hierros –con 209 kilos depositados-, los plásticos y cartones de grandes dimensiones –con 202 y 162 kilos depositados respectivamente-, y los televisores y monitores -con 147 unidades-. Como han asegurado desde Gemalsa, “los resultados han sido aún mejores de lo que se esperaba, puesto que los nuevos contenedores instalados en la ciudad también han reducido los residuos que llegan hasta el Punto y, por ejemplo, las pilas -de las que se reunieron unos 100 kg el año pasado- o los aceites -de los que se depositaron 600 litros de cocina y 450 litros de coche en 2008- ahora han bajado considerablemente, del orden del 70%, porque los vecinos los depositan directamente en los recopiladores o en los contenedores de aceite que se han ido instalando en el casco urbano”, explican.
Los periodos en que más uso tuvo el Punto fueron septiembre, con 170 usuarios y 333 residuos recogidos, y octubre, con 161 usuarios y 314 residuos recogidos. De entre los 43 tipos de residuos que llegan hasta las instalaciones, los que menos presencia tienen son PVC, compresores, escáneres y hornos de convección.
