En Puente de Triana, Rafael Campallo homenajea al emblemático barrio sevillano, cuna de su padre y de grandes maestras como Matilde Coral, y lo hace sin más hilo argumental e historias que las del propio baile y los palos característicos que han encumbrado a Triana como una de las cunas del flamenco.
En este sentido, explicó en rueda de prensa el artista hispalense, “el baile de Triana es elegante, sentido y muy particular”. A lo que ha añadido: “Queremos que la gente disfrute de ver buen baile, sin más”. Echó mano de sus recuerdos y, entre ellos, se encuentran su estancia como alumno en la Academia de Manolo Marín.
En su homenaje a Triana y a la “buena escuela” sevillana, contará con la familia: su hermana Adela Campallo será la artista invitada en el apartado del baile, mientras que su hermano Juan estará en las labores guitarrísticas. El elenco artístico se completa con una terna de grandes cantaores en el atrás, Jeromo Segura, Javier Rivera y Londro; el toque de Eugenio Iglesias; la percusión de Antonio Montiel; y un cuerpo de baile formado por El Choro, Marina, David Pérez y Aroa.
Tanguillos, soleá, bulerías, alegrías, martinetes… Palos básicos del flamenco que, también en Triana, han tenido escuela y singularidad genuinas. Todo eso es recogido por Campallo en la primera gran propuesta a la que se enfrenta en solitario. Aquí podrá verse a Triana como madre de gran parte de las vivencias flamencas; como historia y como fuente de inspiración aún viva; como puente por el que transita en un fluir irrepetible de arte.
“Hemos intentado dar al espectáculo ese respeto a lo antiguo”, precisó Rafael Campallo, aunque bajo su visión personal. En este apartado, hizo hincapié en la recuperación del baile en pareja, algo que el espectador podrá encontrar con las alegrías que harán sobre el escenario el bailaor sevillano junto a su hermana Rafaela.
“Aquí lo primordial es el baile”. Y éste estará omnipresente en el desarrollo del montaje, salvo en tres martinetes, “que nos permiten darnos un respiro”. “Puro baile, sentimiento”, reiteró Campallo.
Rafael Campallo lleva ya veinte años paseando su arte por los mejores escenarios. Y en esta intensa y vibrante carrera ha obtenido galardones y premios, el merecido y unánime reconocimiento del público y de la crítica, y ha participado como solista o como artista invitado junto a las más importantes compañías y los más prestigiosos maestros (Mario Maya, María Pagés, Manuela Carrasco, Juana Amaya, Vicente Amigo, Carmen Linares, entre otros).
Como coreógrafo o como artista principal en la Compañía Andaluza de Danza, ha mostrado su especial maestría a lo largo de las diversas etapas de este importante ballet público.
En 1999 el nuevo director de la Compañía Andaluza de Danza, José Antonio, vuelve a llamar a Rafael Campallo como coreógrafo invitado y primer bailaor para la coreografía Golpes da la vida. Ese mismo año gana El Desplante del Festival de La Unión y empieza a colaborar con el guitarrista Vicente Amigo. En 2003 actúa en el Metropolitan Museum de Nueva York con el espectáculo Rafael Campallo y Jóvenes Flamencos o en el Festival Días de Flamenco de Tel Aviv (Israel), entre otros.