A pesar de que los agricultores toman medidas para que los ladrones no se acerquen a sus fincas, han tenido que extremar aún más la seguridad, pues “a pesar de que haya luz en las viviendas o nuestros coches estén en la puerta, suelen ir a los lugares más recónditos de nuestras tierras y roban lo que pueden”. Ante esta situación, Manuel Galán asegura que este fin de semana se ha tenido que turnar junto a su hermano para vigilar sus tierras, que se encuentran entre los términos de El Puerto y Jerez, para no ser nuevamente víctimas de los robos.
A pesar de que los agricultores están bastante desanimados y no creen que la burocracia que se encuentra tras las denuncias sea fructífera ni positiva, Galán anuncia que han puesto la pertinente denuncia en Jerez, pero no confían en que se vaya a coger al ladrón.
Con todo, estos días continuarán las labores de vigilancia por la noche, pero los agricultores siguen lamentando que sean ellos los que se tengan que encargar de la vigilancia cuando hay un cuerpo de seguridad desempeñando dicha labor, la Policía Nacional. No creen justo que tengan que alargar sus jornadas de trabajo en el campo hasta horas intempestivas cuando pagan sus impuestos de manera religiosa para recibir a cambio unos servicios que por el momento no son beneficiosos para ellos y mucho menos rentables.
La plataforma por la seguridad lamenta que nuevamente el campo se vea desamparado y haya que denunciar otro robo, pues considera que los agricultores ya sufren en exceso el gravamen de los impuestos, la crudeza de dicho sector y la falta de ayudas como para que a todo ello haya que seguir uniendo robos de aperos, herramientas y material, que aumentan los gastos.