El Ministerio de Economía y Hacienda está remitiendo cartas a los usuarios de la residencia para mayores Gecosol Puertoluz, ubicada en Valdelagrana, en la que se les reclama la deuda que la empresa mantiene con la Agencia Tributaria y se informa de que las cantidades que abonan en concepto de pago de servicios a Gecosol serán desviadas para el pago de esta deuda. Hacienda también ha embargado los ingresos procedentes de la Junta de Andalucía por las plazas concertadas con la empresa que gestiona el geriátrico.
La deuda de Gecosol con Hacienda asciende al menos a 150.000 euros, según se especifica en las cartas enviadas a los mayores residentes, aunque ni los miembros del comité de empresa ni los familiares de los clientes de la residencia pudieron asegurar si ésta es la única cantidad que debe la empresa al Ministerio.
La dirección de la empresa no ha querido aclarar esta cuestión, declinando la solicitud realizada en la mañana de ayer por Información El Puerto y remitiendo a una posterior nota o comunicado “si hubiera lugar” concretaron desde la recepción del centro una vez comunicaron con la dirección.
La noticia fue dada a conocer en la mañana de ayer por familiares de los mayores residentes que se concentraron a las puertas del centro junto con representantes de los trabajadores, a los que se les debe dos meses y medio de sueldo más la paga extra de verano, en una nueva acción de protesta por la situación por la que atraviesan los trabajadores y los residentes de Gecosol Puertoluz.

Precariedad del servicio

La portavoz de los familiares concentrados, María Jesús de la Fuente, pormenorizó las deficiencias en la atención de los mayores que se vienen produciendo como consecuencia de la falta de personal, critica en la que coincide con los representantes de los trabajadores.
“Todavía hay gente en la cama sin desayunar”, aseguró Fuente poco a antes de las doce del mediodía para manifestar a continuación que “la precariedad incide en la atención para el desarrollo de la capacidad mental de los mayores La estimulación es nula completamente. Estos abuelos vienen más o menos bien y en una semana caen en picado. Lo único que tienen es unos dibujos para colorear, que además es voluntario. Por la mañana lo único que ves son abuelos dormidos completamente, en vez de estar realizando actividades para mantenerse al menos en los mínimos”.

Aseo y curas deficientes

Pero el aspecto más llamativo en la imagen de la situación de los mayores residentes en Gecosol, según los familiares, se da en lo relacionado con el aseo. “El váter es denigrante”, señala con repugnancia la portavoz que además explica que “hay una sola grúa que ayer no funcionaba. La mayoría son dependientes y tienen que esperar mucho tiempo en la cola para ir al servicio, y gente que controlan un poco acaban por no controlar nada. Para 135 mayores una grúa es totalmente insuficiente”.
En este sentido, María Jesús de la Fuente puntualiza que “al no haber suficiente personal, repercute en el aseo de los mayores. No se les ducha un día sí y otro no, no se les cortan las uñas, no se les afeita, no se les cambia lo suficiente. Esto debería ser lo más parecido a una casa y es innombrable; tendrían que tener un mínimo de respeto y dignidad que aquí no se cumple para nada”.
Entre los aspectos negativos del servicio detectados por los familiares está también el aspecto médico: “Las curas no se hacen todos los días, se hacen de forma irregular por falta de personal. A veces se tarda una semana en llevar a cabo un tratamiento médico. No se puede disponer de las tarjetas médicas porque están en Jaén que es de donde sacan los medicamentos”. En esta línea sanitaria, la portavoz de los familiares también destaca que “esta gente mayor nunca tiene sed, hay que darles agua obligándolos a beber. El auxiliar pasa y pregunta y pocos la piden, con lo que muchos están deshidratados. A la semana del ingreso comienza un declive que nos es normal”.
Otra de las deficiencias relatadas por los familiares asegura que “la ropa se pierde. Se las acuesta con combinación porque no tienen camisones. Se pierde la ropa e igualmente aparece a los cuatro meses o no aparece nunca. Y además se les viste con ropas que no es de ellos”.
Ante esta situación de manifiesta precariedad, los familiares de los mayores residentes en Gecosol han presentado una denuncia en los juzgados y ante la Junta.También protestan porque “no nos han contestado aún a las hojas de reclamaciones que interpusimos hace quince días”.