El paro trunca las ilusiones de muchas parejas de novios

Publicado: 05/08/2010
Este periódico ha realizado un sondeo por las iglesias más demandadas de la capital y el resultado viene siendo prácticamente el mismo. Este año ha bajado en torno a un 30 por ciento el número de enlaces matrimoniales
La alta tasa de paro que azota a la capital y al resto de la provincia gaditana ha obligado a muchas parejas de novios a replantearse su futuro. Bodas truncadas a pocos meses de la celebración por falta de liquidez, pisos que no se pueden comprar porque los bancos no se fían a la hora de conceder las hipotecas, parejas que pierden su puesto de trabajo y se ven abocados a dar marcha atrás a sus planes, son casos que se han repetido hasta la saciedad este año.

Este periódico ha realizado un sondeo por las iglesias más demandadas de la capital y el resultado viene siendo prácticamente el mismo. Este año ha bajado en torno a un 30 por ciento el número de enlaces matrimoniales.

Pero lo que más duele a los párrocos son las razones que esgrimen los jóvenes para cancelar la fecha de la boda. El prior de Sant Domingo, Pascual Saturio, destaca que este año ha sido bastante frecuente ver llegar a una pareja de jóvenes que estaban muy ilusionados con la boda y se ven obligados a suspenderlo todo casi a última hora porque han perdido su puesto de trabajo. Saturio explicó que la media de Santo Domingo son 100 bodas al año, y para este 2010 sólo hay previstas unas 70, “y esperemos que nadie más decida anular la fecha”.

En Carmen la situación es muy similar. Es uno de los templos más demandos y más emblemáticos de la capital, por estar en un enclave privilegiado, cerca del mar y de la Alameda. Una iglesia que en los meses de verano acostumbraba a celebrar tres y cuatro bodas cada sábado y que este año hay fines de semana que han quedado desiertos. Son los menos, pero los hay. Como también hay bastantes fines de semana con una o dos bodas programadas.

En el Carmen también confirma que se ha notado un aumento en las parejas que deciden echarse atrás a dos o tres meses de la celebración por motivos económicos.

Santa Cruz está en una situación parecida. Sin embargo, la única que parece que se mantiene es San Francisco. Su guardián, el franciscano Ramón Estívaliz, asegura que la Parroquia está teniendo el mismo movimiento que en años anteriores y que la crisis no se ha notado en este sentido.

Y es que casarse es todo menos barato. El primer gasto al que tienen que hacer frente los novios es el traje, que en el caso de ella no es inferior a los 600 euros, a lo que habrá que sumar los zapatos (entre 50 y 120 euros), el peinado (entre 50 y 140 euros), el maquillaje (entre 60 y 120 euros), el ramo y los complementos (entre 100 y 250 euros), por lo que el precio final puede llegar a los 1.750 euros. En el caso de los hombres, el gastos oscila entre los 375 y los 1.040 euros.

El banquete representa el principal gasto de la boda y el precio por invitado puede oscilar entre los 48 y los 100 euros, a lo que habría que sumar el coste de la música y la barra libre, que tiene un coste que oscila entre los 950 y los 1.800 euros.

Asimismo, hay que añadir los detalles de la boda como las arras, que pueden costar entre 60 y 120 euros; las alianzas, entre 80 y 220 euros; las invitaciones, entre 120 y 240 euros; las flores de la iglesia, entre 250 y 750 euros, y el reportaje fotográfico, entre 500 y 1.200 euros, mientras que el viaje de luna de miel suele superar los 1.500 euros y puede llegar hasta los 4.000 euros.

Un dispendio que en estos momentos es inabarcable para la gente joven, quienes además se ven atados de pies y manos por unos alquileres y unas hipotecas que están fuera del alcance de los que quieren independizarse.

Los novios buscan lunas de miel menos dulces
La suma de los gastos hace un par de años en una boda con cien invitados rondaba los 22.000 euros, mientras que ahora el presupuesto ha caído a los 19.000. Ropa y calzado, viajes, flores y alianzas son los artículos y servicios perjudicados por la desfavorable coyuntura. La fragilidad de los bolsillos se refleja en que las parejas se decantan por elegir artículos de gama más baja o, en el caso de la luna de miel, por destinos más asequibles.

Desde la Federación de Usuarios y Consumidores Independientes (FUCI) se recomienda a las parejas que vayan a contraer matrimonio que realicen un presupuesto acorde a sus posibilidades, que lo preparen con tiempo para poder comparar precios, concretar y cerrar el precio final del cubierto y de detalles como la barra libre, el horario y los tipos de viaje y reservar anticipadamente el viaje de novios. Estos consejos no consuelan a las parejas que han perdido sus empleos y a los que sólo les queda autoconvencerse de que otro año será.



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