El pasado 5 de julio entró en vigor la nueva Ley de salud sexual y reproductiva y de la interrupción voluntaria del embarazo y la reacción del colectivo médico no se hizo esperar. Nada más conocerse su entrada en vigor, el Consejo Andaluz de Colegios de Médicos (CACM) aprobó en Pleno la creación de un Registro Andaluz de Médicos Objetores de Conciencia, una iniciativa en la que se llevaba tiempo trabajando y cuya puesta en marcha se vio acelerada por la aprobación de esta Ley.

De esta forma, desde el pasado 1 de agosto el Colegio de Médicos de Cádiz tiene en su web un formulario que los afiliados pueden cumplimentar. No obstante, los médicos que quieran inscribirse como objetores tendrán que acudir a la sede del Colegio con la solicitud para expresar su voluntad personalmente y firmarlo.

En Cádiz ya existía este registro desde hace varios años, y de él sólo formaban parte cinco facultativos. No obstante, este servicio ha despertado el interés de los afiliados desde que entró en vigor la nueva Ley del Aborto. De hecho, fuentes del Colegio Provincial de Cádiz han asegurado a este periódico que en las últimas semanas se han recibido muchas demandando información sobre el registro.

Aunque en el Colegio de Cádiz no han podido facilitar la cifra exactar a objetores, a nivel andaluz sí se ha confirmado que se ha duplicado el número por estar en desacuerdo con la Ley y por los conflictos morales que les puede generar. Es más, afirman que no sólo se están sumando los profesionales sanitarios que están directamente ligados a estas prácticas, como son los ginecólogos y anestesistas, sino que también lo están haciendo facultativos de Medicina General y de otras especialidades.

Fuentes de las entidades colegiales aseguran que con este registro se pretende “garantizar” el ejercicio de la cláusula de conciencia a todos los profesionales médicos de la comunidad autónoma, en razón de cualquier práctica sanitaria que afecte sensiblemente a sus convicciones o creencias. Además, este registro estará abierto a todos los facultativos, sea cual sea su especialidad y grado de intervención en el proceso administrativo, de autorización de una interrupción voluntaria del embarazo, incluso permitiendo la inscripción a aquellos profesionales que no tengan en este momento relación alguna con la práctica abortiva y quieran preservar a futuro su derecho.

De momento, en los hospitales públicos de Cádiz no se practican abortos voluntarios porque los médicos se niegan. De esta manera, las pacientes que quieren someterse a una interrupción voluntaria del embarazo (IVE) tienen que acudir a clínicas privadas. En el caso de Cádiz éstas son la clínica El Sur, y Poliplanning.

En cualquier caso, la consejera de Salud, María Jesús Montero, ya ha indicado que estos registros no tienen ningún tipo de validez, ni formal ni jurídica ni testimonial, y precisó que en Andalucía no se ha cambiado nada acerca de cómo se venía aplicando el protocolo de IVE.