Ayuntamientos en clave de economía familiar

Los ayuntamientos españoles llevan un par de años sometidos a una presión constante que puede apreciarse no sólo en su cuenta anual de resultados, sino en el mismo día a día, a partir de sus dificultades para atender a proveedores e, incluso, para poder pagar las nóminas de sus sobredimensionadas plantillas a finales de mes. La situación llegó a tal punto que el propio Gobierno ha tenido que marcar las pautas a la hora de autorizar el endeudamiento de los municipios. En primer lugar, restringió nuevas operaciones con los bancos; después permitió que se siguieran haciendo sólo durante este año; y, por último, ha autorizado que en 2011 puedan seguir haciéndolas aquellos consistorios con margen económico de maniobra. De todas formas, y por si los alcaldes aún no lo tienen claro, el consejero de Gobernación, Luis Pizarro, trasladó ayer la fórmula mágica por la que se deben guiar en estos momentos, y que pasa por la aplicación de las bases de toda economía familiar: no gastar más de lo que se ingresa. Según sus palabras “los ayuntamientos tienen que empezar a ir aplicando la máxima de que no se puede gastar más de lo que se ingresa, que es lo que estamos haciendo todas las administraciones, que tienen que ajustar sus presupuestos y las políticas a lo que se ingresa”. En el fondo, lo enunciado por Pizarro responde al sentido común, aunque a estas alturas resulta evidente que no basta sólo con plantearlo, entre otras cosas porque el consejo -si alguien no lo tuvo en cuenta antes- llega tarde, y sólo una medida traumática como es la del recorte de las plantillas ayudaría en estos momentos a los ayuntamientos a superar su grave situación económica, puesto que los recortes afrontados hasta ahora suponen una porción insuficiente dentro de los presupuestos aprobados en anteriores ejercicios. En cualquier caso, la regañina institucional de ayer sólo sirvió de preámbulo para presentar las ayudas extra ofertadas a los ayuntamientos para 2011 en virtud de la Ley de participación de los entes locales en los tributos de la comunidad, que en muchos casos supondrán un alivio para afrontar unas elecciones municipales en las que el PSOE se juega no sólo el gobierno de muchas ciudades, sino el futuro gobierno de Andalucía.