Cerveza y deporte: una combinación aparentemente inusual y poco aconsejable, pero que cobra sentido cuando dos reconocidos profesionales del ámbito deportivo destacan las virtudes de esta famosa bebida después de la práctica deportiva. En los círculos deportivos, la revelación del entrenador personal de Luka Modric, Vlatko Vucetic, acerca del inusual "truco de la cerveza" ha despertado un considerable interés.
Más allá de los métodos convencionales, este enfoque ha suscitado curiosidad sobre los secretos detrás del excepcional rendimiento del centrocampista del Real Madrid, quien, a sus 38 años, mantiene una buena condición física en uno de los clubes más exigentes del mundo.
Vucetic destaca la importancia de mantener a Modric en una forma constante, evitando los picos que podrían afectar su capacidad para cumplir con la exigencia de los 90 o 120 minutos que puede durar un encuentro. El "truco de la cerveza" se presenta como una práctica positiva post-partido para Modric. Según su entrenador, el bajo porcentaje de alcohol en una o dos cervezas tiene propiedades relajantes, y la cerveza en sí contiene ingredientes beneficiosos.
No es la única voz profesional y autorizada que defiende que la cerveza puede tener efectos positivos si se consume con moderación después de la práctica deportiva. El médico y ex baloncestista Juan Antonio Corbalán respalda las propiedades de la cerveza en una entrevista en La Razón, resaltando su composición como una bebida isotónica perfecta.
Pero, ¿cómo ayuda la cerveza en la recuperación después de un esfuerzo intenso? En cuatro puntos, se pueden resumir las ideas principales, aunque en algunos ámbitos científicos se sugiere incluso una mayor amplitud de beneficios:
- Ayuda a rehidratarse: La investigación en medicina deportiva revela que la cerveza puede superar al agua en la hidratación post-ejercicio. Al ser una fuente de agua y calorías, facilita la recuperación del deportista y una rehidratación efectiva. La carbonatación y la presencia de azúcares y sal permiten una absorción más rápida en el estómago que el agua.
- Facilita la recuperación muscular: Gracias a su efecto antioxidante, la cerveza favorece la recuperación temprana del metabolismo, previniendo dolores musculares post-ejercicio.
- Calma la sed: La frescura y burbujas de la cerveza, según Manuel Castillo-Garzón, catedrático de Fisiología Médica en la Universidad de Granada, satisfacen la sed tras el ejercicio, algo que el agua no logra debido a la falta de sabor.
- Recuperación del metabolismo hormonal e inmunológico: El consumo moderado de cerveza contribuye a mantener niveles más altos de glucosa en la sangre, reduce el estrés y contiene maltodextrinas, carbohidratos relevantes para la nutrición deportiva que evitan la hipoglucemia. Este enfoque no convencional podría redefinir la relación entre el deporte y el consumo de cerveza.