Los trabajadores de los astilleros de Navantia en Ferrol y Fene han decidido fijarse en sus compañeros de la Bahía de Cádiz a la hora de poner en marcha iniciativas destinadas a la consecución de nueva carga de trabajo
En ese sentido, el presidente del comité intercentros de Navantia, Fernando Sinde, aseguraba días atrás que “en otros sitios la presión política y sindical consiguió parte de los cuatro BAM”, en referencia a la segunda fase de los buques de acción marítima autorizados por los ministerios de Industria y Defensa para los astilleros gaditanos.
En ese sentido, Sinde aseguró que la actividad de los astilleros de la ría de Ferrol se va a reducir “a la mitad” a partir del 2012 si no se contratan nuevos pedidos.
Advirtió, además, que los efectos de la falta de carga de trabajo se dejarán sentir ya en 2011, con una reducción del 10 por ciento que afectará, sobre todo, a los operarios de la subcontratas.
Los comités de empresa de Navantia Ferrol y Fene comparecieron en rueda de prensa para mostrar públicamente su preocupación por la falta de nuevos pedidos en el grupo público de astilleros.
“La situación no es crítica, pero es preocupante, muy preocupante”, resumió Sinde, que sostiene que “el primer golpe será sobre la industria auxiliar”.
La plantilla directa la componen 2.500 personas, y otros 4.000 trabajadores más forman parte de la red de industrias auxiliares, según los sindicatos.
Estiman que el impacto global de la empresa sobre la economía de la comarca ronda los 17.000 empleos.
Ambos comités calculan que a partir del año próximo, la actividad en los astilleros descenderá entre “entre un 9 y un 11 por ciento”, lo que supondrá la pérdida de 400 a 700 empleos en las auxiliares de la ría.
Sinde, que asegura que, con la carga de trabajo actual, la actividad se reducirá drásticamente “al 50 por ciento” a partir del 2012.
En ese sentido, exigen al Ministerio de Defensa, la contratación de la sexta fragata F-100, y recuerdan que fue uno de los compromisos adquiridos por el Gobierno central en 2004, tras la última reconversión naval en los astilleros públicos que supuso el fin de Izar y la fundación de Navantia.
El presidente de Navantia, Aurelio Martínez, en una visita reciente a Ferrol, descartó prácticamente la construcción de una sexta F-100 y señaló, en declaraciones a los medios, que la compañía apuesta por el desarrollo de un nuevo modelo de buque, para el que ya ha sido creado un grupo de trabajo.
Los portavoces sindicales de los dos comités de empresa de Navantia Ferrol y Fene pidieron la implicación de las fuerzas políticas, instituciones y entidades sociales en la defensa de los astilleros para que las gestiones “den sus frutos".
Además, los representantes de los trabajadores piden a la dirección de la empresa pública y al Gobierno central que se apueste en firme por el desarrollo tecnológico de nuevos prototipos para el negocio eólico marino, que se modernice el área de Carenas (reparaciones) de la ría y se refuercen las vías comerciales para promocionar y vender los buques diseñados en España a las Marinas de otros países.
En ese sentido, reconoció que la dirección de Navantia está trabajando en dos opciones abiertas: una oferta de una empresa británica del sector eólico marino para el Mar del Norte y la actividad derivada del Plan Eólico Nacional, un proyecto “en pañales” en el que Fene aspiraría a compartir la especialidad con la factoría de Puerto Real y que también fue apuntado por el presidente de Navantia, Aurelio Martínez, en una jornada técnica celebrada en el Palacio de la Diputación sobre el futuro del astillero y las iniciativas abiertas para conseguir más carga de trabajo.
En ese sentido, el presidente del comité intercentros de Navantia, Fernando Sinde, aseguraba días atrás que “en otros sitios la presión política y sindical consiguió parte de los cuatro BAM”, en referencia a la segunda fase de los buques de acción marítima autorizados por los ministerios de Industria y Defensa para los astilleros gaditanos.
En ese sentido, Sinde aseguró que la actividad de los astilleros de la ría de Ferrol se va a reducir “a la mitad” a partir del 2012 si no se contratan nuevos pedidos.
Advirtió, además, que los efectos de la falta de carga de trabajo se dejarán sentir ya en 2011, con una reducción del 10 por ciento que afectará, sobre todo, a los operarios de la subcontratas.
Los comités de empresa de Navantia Ferrol y Fene comparecieron en rueda de prensa para mostrar públicamente su preocupación por la falta de nuevos pedidos en el grupo público de astilleros.
“La situación no es crítica, pero es preocupante, muy preocupante”, resumió Sinde, que sostiene que “el primer golpe será sobre la industria auxiliar”.
La plantilla directa la componen 2.500 personas, y otros 4.000 trabajadores más forman parte de la red de industrias auxiliares, según los sindicatos.
Estiman que el impacto global de la empresa sobre la economía de la comarca ronda los 17.000 empleos.
Ambos comités calculan que a partir del año próximo, la actividad en los astilleros descenderá entre “entre un 9 y un 11 por ciento”, lo que supondrá la pérdida de 400 a 700 empleos en las auxiliares de la ría.
Sinde, que asegura que, con la carga de trabajo actual, la actividad se reducirá drásticamente “al 50 por ciento” a partir del 2012.
En ese sentido, exigen al Ministerio de Defensa, la contratación de la sexta fragata F-100, y recuerdan que fue uno de los compromisos adquiridos por el Gobierno central en 2004, tras la última reconversión naval en los astilleros públicos que supuso el fin de Izar y la fundación de Navantia.
El presidente de Navantia, Aurelio Martínez, en una visita reciente a Ferrol, descartó prácticamente la construcción de una sexta F-100 y señaló, en declaraciones a los medios, que la compañía apuesta por el desarrollo de un nuevo modelo de buque, para el que ya ha sido creado un grupo de trabajo.
Los portavoces sindicales de los dos comités de empresa de Navantia Ferrol y Fene pidieron la implicación de las fuerzas políticas, instituciones y entidades sociales en la defensa de los astilleros para que las gestiones “den sus frutos".
Además, los representantes de los trabajadores piden a la dirección de la empresa pública y al Gobierno central que se apueste en firme por el desarrollo tecnológico de nuevos prototipos para el negocio eólico marino, que se modernice el área de Carenas (reparaciones) de la ría y se refuercen las vías comerciales para promocionar y vender los buques diseñados en España a las Marinas de otros países.
En ese sentido, reconoció que la dirección de Navantia está trabajando en dos opciones abiertas: una oferta de una empresa británica del sector eólico marino para el Mar del Norte y la actividad derivada del Plan Eólico Nacional, un proyecto “en pañales” en el que Fene aspiraría a compartir la especialidad con la factoría de Puerto Real y que también fue apuntado por el presidente de Navantia, Aurelio Martínez, en una jornada técnica celebrada en el Palacio de la Diputación sobre el futuro del astillero y las iniciativas abiertas para conseguir más carga de trabajo.
