Ciberseguridad, hackeo, phishing, scareware…de unos años a esta parte nos hemos metido de lleno en los peligros de la red y las plataformas sociales. Sin duda, el crecimiento exponencial de las tecnologías también hace que se multipliquen los peligros. Y qué duda cabe que nuestros dispositivos móviles y nuestros teléfonos móviles son como extensiones de nosotros mismos.
Una puerta de entrada a nuestros reinos y tesoros. Contienen nuestras fotos, mensajes, datos bancarios y secretos más íntimos. Pero, ¿qué estamos haciendo para protegerlos?
Por ello, los expertos en ciberseguridad hacen una simple pero poderosa recomendación al respecto que todos deberíamos, al menos, tener en cuenta.
Para simplificar mucho, la premisa principal no es más ni menos que dedicar 5 minutos al día para blindar tu dispositivo. ¿Y cómo lo hacemos? Tranqui, lo explicamos de manera clara y rápida.
Imagina que tu móvil es como un cerebro digital. A veces, necesita un reinicio para funcionar mejor. La Agencia de Seguridad Nacional de Estados Unidos (NSA) sugiere que reinicies tu teléfono de forma regular.
¿Por qué? Porque al apagarlo y encenderlo, estás limpiando la memoria, cerrando procesos innecesarios y dándole un respiro. Es como un mini spa para tu smartphone. Antes de irte a dormir, apaga tu móvil durante 5 minutos. Al encenderlo, notarás que va más rápido y se comporta mejor. Además, estarás dificultando la vida de los ciberdelincuentes.
Pero no solo la conocida agencia de seguridad estadounidense te aconseja esta práctica, el propio Anthony Albanese, primer ministro de Australia, lo recomienda. Ya sea por mandato de sus asesores de seguridad o por creencia propia. El conocido político australiano ya se ha pronunciado varias veces a favor de esta medida.
Y es que, al desconectarlo por completo, cierras todas las conexiones y evitas que los ciberdelincuentes husmeen en tus datos. Es como cerrar la puerta de tu casa antes de salir. Un bonus track: un momento ideal puede ser cuando vayas al cine o quedes con los amigos para comer. No solo estarás siendo educado, sino también protegiendo tu información personal. Eso sí, si hay que pagar, se enciende. Tus acompañantes lo entenderán.
Este método sí es muy conocido y se ha pregonado a los cuatro vientos: las actualizaciones. Sí, son pesadas y pueden llegar en el peor momento, amén que suena a estrategia comercial más que seguridad para nuestros dispositivos, pero no es menos cierto que suponen una línea de defensa básica a medio y largo plazo. En resumen: actualiza siempre. Configura las actualizaciones automáticas en tu móvil.
Sí, lo sabemos, es un clásico. Pero no podemos dejar de repetirlo: elige contraseñas fuertes. Combina letras, números y símbolos. Evita usar tu fecha de nacimiento o “123456”. Y si puedes activar la autenticación de dos factores, ¡mejor aún! Cambia tus contraseñas cada cierto tiempo. Y si tienes problemas para recordarlas, usa un gestor de contraseñas. Tu privacidad te lo agradecerá.
Ojo porque llegan curvas. Mucho cuidado con las aplicaciones que descargamos. Las apps maliciosas son auténticos caballos de Troya. Un peligro en un envoltorio bonito que puede ser temible. Robar tus datos o llenar tu móvil de publicidad molesta suelen ser sus objetivos universales.
En resumen, 5 minutos al día pueden salvar tu móvil. Así que, la próxima vez que estés en el metro o esperando en la fila del supermercado, apaga tu móvil, sonríe y piensa: “Estoy protegiendo mi pequeño cerebro digital”.