Los sindicatos discrepan sobre si el itinerario contemplaba o no pasar ante la sede del PSOE-A
El indiscutible éxito de la manifestación de los trabajadores del Ayuntamiento puede convertirse en el principio del fin de la unidad sindical que viene caracterizando la etapa iniciada a raíz de las elecciones del pasado mes de enero. Los sindicatos presentes en los órganos de representación de la plantilla municipal no se ponían este jueves de acuerdo sobre el itinerario que debía haber seguido la manifestación en su último tramo. De hecho, CCOO y UGT acusan al resto de centrales de haber desviado el recorrido previsto con la intención de llevar la protesta ante la sede local del PSOE.
Por el contrario, CGT acusa a estos sindicatos de “mentir” porque el itinerario que pactaron los representantes sindicales contemplaba que la protesta culminaría en las inmediaciones de la sede socialista. La ATMJ también advierte de que “todos” los sindicatos “tenían claro cuál era el recorrido”, aunque admitió que esa parada -de algo menos de diez minutos- ante la sede del PSOE “no estaba en el guión”.
El SIP -integrado por miembros de la Policía Local- admite que el itinerario fue “modificado” sobre la marcha por los propios efectivos policiales que controlaban la manifestación, que entendieron que tomar por Sevilla y Mamelón traería menos consecuencias para el tráfico rodado que hacerlo por Zaragoza y Aladro.
Sea como fuere, en la rueda de prensa conjunta que ofrecieron las organizaciones convocantes en la jornada previa a la manifestación se detalló un itinerario que contemplaba terminar la marcha con una concentración ante la sede local socialista.
CCOO y UGT fueron los sindicatos que mostraron una mayor disconformidad con las protestas ante la sede del PSOE. Desde CCOO, Dolores Vázquez advirtió de que se trataba de una manifestación “para reivindicar los derechos” de los trabajadores del Ayuntamiento, recordando que la organización siempre se había mostrado contraria a la “politización” de la protesta.
Rubén Pérez, de UGT, pidió un poco de tiempo para “analizar internamente” lo ocurrido en la jornada del miércoles, aunque dejando claro que en el sindicato no ha sentado demasiado bien que la protesta terminara frente a la sede socialista. “Hubo una intencionalidad política clara, porque incluso se cambió el itinerario, a pesar de que acordamos que los temas políticos debían quedar al margen”, aseguró.
En el lado opuesto, José García, de CGT, advirtió de que este sindicato “no está en la línea de anular las iniciativas de los trabajadores”, admitiendo que él mismo coreó consignas contra el PSOE “porque es el partido que sustenta al actual Gobierno local”.
Miguel Ángel Periñán, del SIP, justificó la algarada ante la sede socialista en el “malestar” que existe en el seno de la plantilla, considerando además que este tipo de hechos son “inevitables” cuando los trabajadores comprueban “cómo se está jugando con el pan de sus familias”.
Javier Valle, de ATMJ, minimiza los hechos ocurridos ante la sede del PSOE, tal y como demuestra la decisión de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado de no intervenir. “Se hizo una parada de entre cinco y diez minutos. La Policía Nacional estaba allí y no vio necesario intervenir”.