Málaga mira al Guadalmedina en su tramo urbano a diario, consciente de que, aunque se quiera hacer creer que ya no es esa “herida abierta” que ha dividió la ciudad, en lugar de darle el sentido que cualquier río da a una gran urbe, parece que solo sirve para enfrentar postura y para mirar con temor cuando las lluvias torrenciales, como ha ocurrido en el último episodio de inundaciones por la dana de días atrás, le recuerdan a Málaga su condición de inundable en diversos puntos.
Embovedado versus renaturalización, y ahora, la posibilidad, en la que se ha dado un paso adelante más estos días, de crear unas zonas denominadas puentes plazas que vienen a tapar cubrir ciertas zonas del cauce urbano.
Así, el Ayuntamiento, este viernes anunciaba que, a través del Área de Sostenibilidad Medioambiental, la Gerencia Municipal de Urbanismo y Promálaga, activaban la redacción del anteproyecto para “la definición de las actuaciones a ejecutar en el tramo del río Guadalmedina comprendido entre el puente de Armiñán y la pasarela peatonal de El Perchel -a la altura de la sede Mayoristas del futuro MuCAC-.
O, lo que es lo mismo, dar desarrollo al Plan Especial del río Guadalmedina que contempla la ejecución de varios puentes-plaza a lo largo de su trazado con el objeto de mejorar la conectividad entre ambas márgenes del cauce y facilitar el uso ciudadano del mismo.
Para la generación de estos espacios propuestos, se plantea la cubrición parcial del cauce mediante la construcción de un gran puente-plaza entre los puentes de Armiñán y Aurora, además de otros dos de menores dimensiones a la altura de Santo Domingo y del actual puente de la Trinidad, así como la creación de un parque fluvial entre el puente de Armiñán y la pasarela peatonal de El Perchel.
Estas actuaciones se verán complementadas con intervenciones en las calles del entorno, tales como la avenida de Fátima y el Pasillo de Santo Domingo por la margen derecha; y la avenida de la Rosaleda y Pasillo de Santa Isabel por la izquierda, en donde se plantearán actuaciones de pavimentación y la incorporación de arbolado y espacios de estancia.
Hay más soterramiento, y no solo el del cauce urbano del río, ya que el anteproyecto deberá considerar los condicionantes al diseño que incluye el Plan Especial en lo relativo al soterramiento de los viales de ambas márgenes en el ámbito objeto de la licitación --avenidas de Fátima y la Rosaleda-- y las intervenciones en los puentes de la Aurora y de la Esperanza.
Por último, el documento también recoge otras propuestas como la rebaja de los muros laterales de ribera y la revisión de los cálculos hidráulicos como consecuencia de las actuaciones planteadas en el cauce.
El proyecto, que se ha encontrado con el cuestionamiento de ecologistas o la oposición de izquierda en el Ayuntamiento, persigue “convertir el río en punto de unión entre zonas de la ciudad ahora inconexas al objeto de establecer una visión estratégica y unitaria del río a su paso por la ciudad, integrando criterios paisajísticos, de vertebración urbanística y de movilidad, siempre condicionado a que todas las actuaciones sean compatibles con el funcionamiento hidráulico del cauce”.
Desde el Consistorio se señala que El Plan Especial Guadalmedina está recogido en el PGOU vigente como la figura urbanística que debe servir para convertir el eje del río en un auténtico eje urbano, conector de equipamientos, de servicios, de barrios y corredor verde-ecológico que permita introducir hasta el centro de la ciudad valores naturales y espacios privilegiados, enlazando una sucesión de espacios libres que permitan unir el eje Alameda-Parque con el Jardín Botánico-Histórico La Concepción. Igualmente, persigue convertir el río en punto de unión entre zonas de la ciudad ahora inconexas al objeto de establecer una visión estratégica y unitaria del río a su paso por la ciudad, integrando criterios paisajísticos, de vertebración urbanística y de movilidad, siempre condicionado a que todas las actuaciones sean compatibles con el funcionamiento hidráulico del cauce.
Rechazo al cemento y renaturalización
Si ya en su día desde Ecologistas en Acción de Málaga presentaron un completo proyecto coordinado por Santiago Martín Barajas, que apuesta por la renaturalización del cauce urbano, en el que se se destacaba que “el río se ha transformado en un canal rectilíneo homogéneo y parcialmente hormigonado en su lecho, fruto de una forma de afrontar la planificación de los ríos en las ciudades propia del siglo pasado” y que “el Guadalmedina se encuentra en este tramo urbano, por tanto, anulado como río, no teniendo tampoco un uso social que satisfaga a los vecinos, ni siendo un eje de valores estéticos destacados que suponga el embellecimiento de la ciudad”, la solución aportada apuesta por “devolver a nuestro río el aspecto de un curso fluvial más o menos natural, que incrementaría sustancialmente sus valores ambientales y paisajísticos, creándose un área natural que seguirían disfrutando a diario muchos vecinos como espacio de ocio y paseo”.
De hecho, desde el grupo municipal Con Málaga, su portavoz, Toni Morillas, exigía al alcalde, Francisco de la Torre, que el alcalde que dejara de “perder tiempo y oportunidades para avanzar en la sostenibilidad ambiental de Málaga y recupere el proyecto para renaturalizar el cauce urbano del río Guadalmedina en lugar de seguir empecinado en embovedarlo con un proyecto depredador, muy costoso y complejo en su tramitación y ejecución que cuenta con un plazo de ejecución de veinte años, a los que hay que sumar los 20 que llevamos perdidos por los retrasos y enredos del PP al proyecto”. Según Morillas, para el alcalde “el río es un obstáculo que hay que enladrillar con puentes plaza, auténticas alfombras de cemento, para seguir expandiendo un modelo de turistificación que ha quedado patente que acarrea graves consecuencias para la población”.
Y este mismo fin de semana, el PSOE acusaba al alcalde de “no estar interesado en hacer las infraestructuras que Málaga necesita para protegerse de lluvias torrenciales.
El PSOE amplia ámbitos inundables ye llevará a las comisiones de Sostenibilidad Ambiental y de Urbanismo dos mociones para garantizar la puesta en marcha de obras para contener los desbordamientos de los ríos Campanillas, Guadalmedina y Guadalhorce en la capital, tras proponer “el acuerdo entre las administraciones para priorizar actuaciones pendientes para reducir la inundabilidad en la ciudad considerando estas obras de interés autonómico, dotándolas de presupuesto suficiente”, ha explicado el portavoz socialista, Daniel Pérez.
Pero es que el propio Pérez, hace menos de una semana, en la previa de la dana, reclamaba a De la Torre, “que dé marcha atrás a su idea del proyecto de puentes plaza en el cauce del río Guadalmedina” a su paso por la ciudad, porque de lo contrario “provocará una catástrofe en caso de lluvia torrencial con menos intensidad de la Dana sufrida por Valencia”. El líder socialista ha defendido “de manera rotunda que la ciudad no está preparada ante inundaciones en una situación de lluvias torrenciales como la vivida en Valencia”, por lo que ha pedido al regidor que “abandone su idea de embovedar el río Guadalmedina, porque lo que hay que hacer es renaturalizarlo, no echar más hormigón”.