Saltó a la fama tras interpretar a Iván en ‘El Internado’. Desde entonces a sus espaldas suma una decena de películas y otras tantas series en las que ha aparecido. 17 años de trabajo y aprendizaje que le han servicio para que llegase a sus manos hace un año el papel de Augusto Ledesma: “Si me lo hubieran dado hace años, no habría hecho el trabajo que he hecho ahora ni me hubiera sentido libre para poder disfrutar y poder contar lo que quería dentro del guión que estaba”.
“Me introdujo en un universo diferente en el que indagar y crear un personaje totalmente diferentes a lo que estoy acostumbrado a hacer, lleno de más matices, un poco más difícil y más alejado de m픓Siempre he hecho del personaje bueno, ético y moral”, cuenta Yon González, pero esa costumbre se rompió al convertirse en el protagonista de ‘Memento Mori’: “Me introdujo en un universo diferente en el que indagar y crear un personaje totalmente diferentes a lo que estoy acostumbrado a hacer, lleno de más matices, un poco más difícil y más alejado de mí”. A pesar del reto interpretativo, superado con creces según la crítica, interpretar a este carismático y despiadado asesino en serie ha sido un “viaje muy bonito antes y después de grabar la serie”: “Estuve en mi casa tres meses y medio encerrando preparándomelo en mi casa”.
El final de la primera parte dejó al público con ganas de más en 2023 a la espera de una segunda parte. Este momento está muy cerca. “Espero que a comienzos de 2025” esté disponible, ha previsto Yon González, que no sabe la fecha exacta de estreno, y está “deseando ver qué hemos hecho, porque nosotros la hemos realizado pero no la hemos visto”. En la nueva temporada se verán a personajes que “se dejarán llevar por sus impulsos”: “Creo que en esta segunda temporada el público va a seguir acompañando como en la primera al protagonista; aunque sea un poco loco, van a entender el porqué de todo lo que hace”.
El protagonista de ‘Memento Mori’, la adaptación de la primera entrega de la trilogía ‘Versos, canciones y trocitos de carne’ de César Pérez Gellida, cree que le queda “mucho por seguir descubriendo” en este sector que es un “infinito” y que “no eligió” pero le enamoró. “Esta profesión me eligió más a mí que yo a ella”, porque Yon González empezó en este mundo cuando le ofrecieron ir al casting de la serie ‘SMS’, donde logró el papel principal: “Trabajando como actor me di cuenta de que me gustaba, aunque fue todo una odisea y es un oficio que no es fácil”.
A Yon González le espera un 2025 con varios posibles proyectos, “aún no hay nada cerrado”, entre los que se encontraría una serie y una película, que le podría llevar a la 28 edición del Festival de Cine de Málaga: “Ojalá sea con una película, a ver qué pasa”.
“Alguien en quien confiar, estar tranquilo y disfrutar de los pequeños y grandes momentos”. Eso es la amistad para Yon González, una filosofía que le ha hecho convertirse en el embajador de Brugal 1888. Las anécdotas de Amistad Verdadera del actor han inspirado Brugal Dinner and Cocktails Show, una cena tematizada donde se mezcla la gastronomía con la alta coctelería elaborada a partir de la referencia Premium Brugal 1888, de doble envejecimiento en barricas de bourbon y jerez. Como impulsora de momentos memorables entre amigos, Brugal ha visitado Málaga para presentar una velada única junto a Yon González tras pasar previamente por ciudades como Sevilla, Bilbao y Valencia. “Es una maravilla”, confiesa el actor, trabajar con la marca y pasar “unas noches para el recuerdo”.
El restaurante Trocadero - Casa de Botes ha acogido este singular evento, dividido en tres actos, cada uno acompañado por un cóctel diseñado para maridar con los platos y las historias narradas por el actor, con la participación de Fernando Altés, Brand Ambassadors de Brugal. Una noche que será inolvidable para sus asistentes, quienes han podido conocer de primera mano algunas de las historias de amistad de Yon, mientras descubrían el carácter distintivo de Brugal 1888 y sus tres atributos más significativos: la madera, el color ámbar y la caña de azúcar, que fueron hilos conductores de la experiencia.
Una de las anécdotas es con su amigo Rubén, una amistad que le salvó la vida “literalmente”. Una “aventura” que ocurrió en el Estrecho de Gibraltar. “Se me pinchó la cometa de kitesurf y tuvo que sacarme del agua, estuvimos navegando una hora hasta llegar a la horilla y acabamos en la arena derrotados viendo el atardecer”, ha contado.