El Gobierno en minoría de Ishiba busca aprobar un presupuesto para mitigar la inflación

La Dieta (Parlamento) de Japón comenzó este jueves una sesión extraordinaria en la que se espera la aprobación de un presupuesto suplementario dirigido a mitigar el impacto de la inflación en los hogares, la primera medida de peso que trata de sacar adelante el Gobierno en minoría liderado por Shigeru Ishiba.

La sesión parlamentaria se prolongará hasta el próximo 21 de diciembre, y durante la misma la coalición que conforman el Partido Liberal Democrático (PLD) de Ishiba y la formación budista Komeito necesitarán el respaldo del pequeño pero influyente opositor Partido Demócrata para el Pueblo (PDP).

Esta formación se ha comprometido a apoyar el nuevo paquete presupuestario con la condición de que el Gobierno aumente el umbral de ingresos anuales no sujetos a impuestos desde los actuales 1,03 millones de yenes (unos 6.300 euros) para impulsar el consumo.

El presupuesto complementario que el Gobierno prevé añadir al plan de gasto público para el año fiscal que termina el próximo marzo para hacer frente a los mencionados estímulos asciende a 13,9 billones de yenes (85.853 millones de euros).

Con esta cantidad se financiará un paquete de ayudas por valor total de 39 billones de yenes (238.860 millones de euros) para aliviar los efectos de la inflación sobre la ciudadanía, y que incluirá medidas concretas como subsidios para mitigar el incremento de los costes energéticos o ayudas directas de dinero efectivo a los hogares de bajos ingresos.

Muchos analistas consideran que el nuevo paquete económico es una tentativa del primer ministro para aumentar la popularidad de su Gobierno a riesgo de incrementar la carga sobre la salud fiscal del país asiático, que cuenta con una de las mayores tasas de endeudamiento público entre las economías avanzadas.

Se espera que la coalición que conforman el PLD y el Komeito cuente con el apoyo del antes mencionado PDP para sacar adelante otras medidas legislativas en la Cámara Baja parlamentaria, donde la coalición gobernante perdió la mayoría absoluta tras los malos resultados obtenidos en las elecciones de octubre.

Gran parte del castigo electoral que sufrió el partido de Ishiba se atribuye al escándalo de financiación irregular que ha sacudido a la formación gobernante.

El actual primer ministro ha prometido limpiar la imagen de su partido y tratar de recuperar la confianza de la ciudadanía, y para ello también pretende sacar adelante en esta sesión parlamentaria extraordinaria una nueva normativa sobre transparencia de fondos políticos.