La Federación Internacional de Tenis (ITF) ha anunciado que Italia será la sede de la Final 8 de la Copa Davis en 2025, 2026 y 2027. La próxima edición se disputará en Bolonia, poniendo fin a la etapa de tres años en la que Málaga fue anfitriona del torneo. La decisión marca un cambio significativo para la Copa del Mundo de Tenis masculina, que en 2024 reunió a 157 naciones en su competición, culminando con Italia levantando el trofeo por segundo año consecutivo.
Málaga despide la Copa Davis tras tres ediciones que atrajeron a miles de espectadores, consolidando a la ciudad como un destino clave para eventos deportivos internacionales. Este año, la Final 8 reunió a 65.000 asistentes, el 43% de ellos provenientes del extranjero. David Haggerty, presidente de la ITF, agradeció a Málaga, Andalucía y la Real Federación Española de Tenis (RFET) por su papel en el crecimiento del evento, destacando que la ciudad ha sido clave en elevar la competición a nuevos niveles.
El nuevo ciclo de la Copa Davis estará en manos de la Federación Italiana de Tenis (FITP), que tiene un extenso historial en la organización de eventos deportivos de alto nivel. Angelo Binaghi, presidente de la FITP, expresó su orgullo y entusiasmo por ser anfitrión de la Final 8. Además, destacó la rica tradición de Italia en el torneo, donde ha competido desde 1922 y ganado el título en tres ocasiones, incluyendo sus recientes victorias en 2023 y 2024.
Italia aportará su experiencia y tradición tenística a esta nueva etapa de la Copa Davis. Según Binaghi, el objetivo es no solo continuar la excelencia del evento, sino también fortalecer el futuro del tenis a nivel global. "Estamos emocionados de dar la bienvenida a los mejores equipos del mundo y de seguir construyendo sobre la herencia de nuestro país en esta competición", afirmó el dirigente.
El paso de la Final 8 a Bolonia deja un legado importante en Málaga, que se ha consolidado como un ejemplo de éxito organizativo. La experiencia malagueña, caracterizada por una notable afluencia de público y una excelente acogida por parte de los aficionados, sentó las bases para el crecimiento de la competición. Este cambio también refleja la capacidad de la Copa Davis para adaptarse a nuevas sedes mientras mantiene su prestigio global.
Con esta transición, la Copa Davis inicia una nueva etapa en la que la tradición italiana buscará brillar en uno de los torneos más emblemáticos del tenis. Mientras tanto, Málaga se despide con orgullo, habiendo dejado una huella imborrable en la historia reciente de este evento deportivo de clase mundial.
