El Málaga ha cerrado la primera vuelta con la considerable cantidad de 30 puntos, así como la sensación de ser un equipo trabajado, el cual no debería tener excesivos problemas en mantener la categoría si hace una segunda vuelta acorde a lo que se ha visto en la primera. Porque no, si el objetivo principal se logra con tiempo, permitirse también el lujo de soñar con algo más grande todavía.
Sea como fuere, el principal responsable de estos buenos guarismos ha sido el trabajo en equipo. En este Málaga CF nadie es tan importante como todos juntos. El trabajo colectivo, en el que el grupo siempre destaca por encima de las individualidades (que también las hay, y muy buen as) es uno de los factores principales para que el equipo blanquiazul haya llegado al ecuador de la temporada como mejor recién ascendido.
Sin embargo, hay ciertos jugadores que no han sido capaces de dar el nivel deseado para ganarse la confianza de Sergio Pellicer y la afición. Futbolistas a los que, por el motivo que sea, les está quedando grande la exigencia malaguista. De entre los 25 jugadores con ficha del primer equipo (además de Izan Merino, Ochoa y Antoñito Cordero, con número del filial), hay cinco que son los principales candidatos a abandonar el club en este mercado invernal: Moussa Diarra, Diego Murillo, Juanpe, Luca Sangalli y Sergio Castel.
El caso de los dos primeros es particular. A nadie se le escapa que tanto Moussa como Murillo cuentan con una proyección óptima para ser útiles en el Málaga CF los años venideros. Sin embargo, su realidad actual los aleja del césped. Tan solo han jugado en Copa del Rey ante el Estepona, a excepción de tres minutos residuales que disputó Murillo en Córdoba.
Tienen contrato y la dirección deportiva quiere seguir contando con ellos, pero, como mínimo uno, debe salir cedido en busca de oportunidades. Los casos de Juanpe y Sangalli son bien diferentes. Tras una primera temporada en la Costa del Sol por la que pasaron sin pena ni gloria, la institución apostó por darles una nueva oportunidad, pero no han sabido aprovecharla.
281 minutos para Sangalli y 214 por parte de Juanpe, en los que no han destacado por nada en especial. El vasco finaliza contrato en junio de 2025, mientras que el jerezano sigue teniendo ficha hasta 2026. El último de esta lista es un Sergio Castel al que cada vez se ve más fuera. Ha tenido oportunidades para demostrar su valía, pero nunca las ha aprovechado.
Ni él ni el club están cómodos con esta situación, por lo que su salida está cada día más cantada. Con todas las fichas ocupadas y la necesidad de incorporar a un delantero, la salida de varios de estos jugadores se antoja fundamental.