El tití emperador encuentra hogar en Bioparc Fuengirola para preservar su especie

El parque zoológico Bioparc Fuengirola acoge un grupo de titíes emperador (Saguinus imperator) y se suma a la protección de una especie que, sin estar en peligro de extinción, se encuentra en regresión, cada vez más amenazada por la presión a la que está sometida la amazonía.

Con menos de 30 centímetros de longitud y un peso que rara vez supera los 500 gramos, habita en los bosques de Brasil, Perú y Bolivia, donde vive en grupos familiares de hasta 15 individuos.

Su nombre, que combina el latín científico con un toque histórico, le fue otorgado en tono humorístico por su supuesto parecido con el emperador alemán emperador alemán Guillermo II, explican desde el parque malagueño.

Este rasgo físico tiene un propósito biológico y sus largos bigotes son un mecanismo de identificación social dentro de su grupo, marcando jerarquías y favoreciendo la cohesión, precisa Bioparc, en cuya recién estrenada reproducción de las selvas de Centro y Sudamérica habita un grupo de ejemplares.

Una de las curiosidades del tití emperador es su comportamiento en la crianza de los más pequeños, donde los machos y otros miembros del grupo se encargan de llevar a las crías durante los primeros meses, mientras que a las madres solo se ocupan de la lactancia.

Este enfoque cooperativo es un ejemplo de las complejas dinámicas sociales que caracterizan a los titíes emperador que, además, son expertos saltadores, capaces de desplazarse entre las copas de los árboles con saltos de hasta cinco metros, “lo que los convierte en auténticos acróbatas del bosque”, añaden.

Otro aspecto relevante de esta especie de primate, originaria de las selvas tropicales de Sudamérica, es que utiliza un sistema avanzado de vocalizaciones que juega un papel crucial en su vida social y en su supervivencia, incluyen trinos agudos, chirridos rápidos y gruñidos suaves, cada uno con un significado único en su contexto social.

Los titíes emperador emiten una amplia gama de sonidos para transmitir mensajes específicos, como advertencias ante posibles depredadores, llamadas para mantener la cohesión del grupo o señales relacionadas con la búsqueda de alimento.

Los programas de centros de conservación como Bioparc Fuengirola “juegan un papel crucial en la supervivencia del tití emperador”, destacan desde el parque, ya que “conservar al tití emperador no solo es una cuestión de proteger a un pequeño primate con un bigote icónico, sino de preservar la riqueza cultural, histórica y natural que representa”, sentencian.