El Málaga CF afrontó con intensidad la primera mitad de su duelo contra el Mirandés en el estadio de Anduva, logrando adelantarse en el marcador gracias a un gol de Manu Molina en el minuto 40. En un partido cargado de ritmo, ambos equipos dejaron claras sus intenciones desde el arranque, pero fue el conjunto dirigido por Sergio Pellicer quien logró imponerse en los momentos clave. Desde el pitido inicial, el Málaga ejerció una presión asfixiante que incomodó notablemente la salida de balón del Mirandés.
En el minuto 4, los malagueños generaron su primera ocasión con un córner que Luismi finalizó con un disparo desde la frontal, aunque sin éxito. No obstante, los locales respondieron rápidamente, encontrando en Iker Benito su principal arma ofensiva.
El joven extremo puso en aprietos a Víctor en varias ocasiones, especialmente en el minuto 13, cuando protagonizó una peligrosa incursión que terminó con un disparo desviado. El primer gran susto para el Málaga llegó en el 23’, cuando una serie de rechaces en el área permitió a Iker Benito disparar, aunque su intento se fue por encima del travesaño.
Sin embargo, los visitantes no se quedaron atrás y mostraron su capacidad para generar peligro. En el minuto 27, Puga estuvo a punto de abrir el marcador con un potente disparo desde fuera del área tras una buena jugada de Dioni, pero el portero local, Raúl, realizó una parada magistral enviando el balón al poste.
La recompensa para el Málaga llegó en el tramo final del primer tiempo. En el minuto 40, Dioni volvió a demostrar su calidad al aguantar el balón dentro del área con calma y visión de juego. Su pase a Manu Molina, que llegaba desde la segunda línea, permitió al mediocampista firmar un gol de gran importancia, estrenándose como goleador esta temporada.
Este tanto rompió la igualdad y puso al Málaga en ventaja antes del descanso. Con un minuto de añadido, los de Sergio Pellicer se fueron al vestuario con una mínima ventaja (0-1), fruto de su mayor eficacia y solidez defensiva en momentos decisivos. El cuadro castellanoleonés dio un necesario paso adelante tras el paso por vestuarios.
Todo cambio en el minuto 57, cuando Alfonso Herrero derribó a Joaquín Panichelli dentro del área. El propio delantero asumió el riesgo y engañó por completo al meta toledano, poniendo la igualada en el marcador. Sin tiempo a penas para digerir este tanto, llegó la remontada mirandesista.
Gorrotxategi, que estaba siendo el mejor sobre el terreno de juego, puso el 2-1 tras un preciso disparo dentro del área. Este tanto obligó a Sergio Pellicer a remover el avispero. Entró Larrubia, que regresaba tras su lesión. El de La Luz volvió a demostrar que es un futbolista capital en esta plantilla. Y es que tan solo necesitó un cuarto de hora para imponer su ley.
Cordero botó un córner que fue peinado en el primer palo. Larrubia aprovechó esta prolongación para disparar. Raúl Fernández estuvo cerca de desviar el balón, pero finalmente terminó en el fondo de las mallas.
Cuando parecía que el 2-2 era inevitable, llegó el jarro de agua fría. Panichelli, incombustible, apuró la línea de fondo y dio un pase de la muerte a Joel Roca, que ajustició en el 93’ con un gol a puerta vacía. Una dura derrota en un partido loco que dinamita las opciones de mirar hacia arriba.
