El cuadro catalán abrió la segunda vuelta y conquistó el cuarto triunfo en cinco partidos en este 2025 y su primera victoria ACB contra el Unicaja
El Bàsquet Girona confirmó este sábado su resurrección bajo la batuta de Moncho Fernández al vencer al líder de la Liga Endesa, el Unicaja, por un trabajado 91-85 en Fontajau que permite escapar de las posiciones de descenso y que rompe la racha de seis victorias consecutivas del equipo de Málaga.
El cuadro catalán abrió la segunda vuelta y conquistó el cuarto triunfo en cinco partidos en este 2025 y su primera victoria ACB contra el Unicaja, en una exhibición coral capitaneada por Durham (22 puntos y 28 créditos de valoración) y Fjellerup y Marcos (15) que ratifica su mejoría exponencial y es un golpe sobre la mesa.
Perry abrió el electrónico, pero el Girona contestó con un 6-0 por obra de Fernández, autor de 29 puntos en el partido anterior en Fontajau, la histórica victoria contra el Barça (91-90), e Iroegbu, su jugador franquicia, ya recuperado del proceso gripal que le impidió jugar en la derrota del fin de semana pasado ante La Laguna Tenerife (100-80).
El Unicaja reaccionó con un parcial de 2-12 (8-14) y a los siete minutos tenía cinco puntos de renta (13-18). El equipo andaluz lucía un 0-5 en rebotes ofensivos y un 0-9 en puntos de segunda oportunidad, pero el Girona apeló al orgullo y a su acierto en los tiros de dos puntos (7/9). Volvió a situarse por delante con un 8-0 (21-18), pero el Unicaja se anotó el primer cuarto (21-22).
El conjunto visitante alimentó su máxima ventaja hasta los nueve puntos al inicio del segundo período tras un triple de Tyson Carter (25-34) y debutó en la ACB el joven base Manuel Trujillo, de 17 años, de forma testimonial. El Girona solo acertó uno de los primeros siete tiros de tres puntos, pero no se rindió (35-39) a pesar de las protestas en Fontajau con el criterio arbitral: siete a 17 tiros libres en los primeros veinteminutos.
El electrónico mostraba un 37-44 en el descanso. La agresividad e intensidad locales no bastaban por el 15-25 en rebotes a favor de los visitantes.
El Unicaja llegó a diez puntos de margen nada más empezar la segunda mitad (37-47 y 42-52), pero cada vez que intentaba romper el partido se estrellaba con el ímpetu del Girona. El equipo de Fernández firmó un 20-6 (62-58) que puso en pie a su hinchada, rendida a un equipo revitalizado, y que provocó los gritos de Navarro a sus jugadores.
El Unicaja sufría y sudaba en la pista con un desaparecido Osetkowski (4 puntos en 17 minutos y un 0/6 en triples) y con malas decisiones en ataque. El Girona incluso ganó el rebote en el tercer período y cerró la primera media hora dos puntos por delante (64-62, min 30).
La igualdad también reinó en el último cuarto. Recuperó la iniciativa el cuadro andaluz (64-67), pero jugaba muy frustrado e incómodo, enlazando errores de manera peligrosa y sin un referente ofensivo en los momentos claves.
El Girona no iba a bajar los brazos: a falta de tres minutos y medio mandaba por tres puntos gracias a un triple de Durham (77-74) y Navarro pidió un nuevo tiempo muerto. Durham le respondió con un nuevo triple para establecer la máxima ventaja y desatar la euforia. Ya sumaba 22 puntos.
El Unicaja no había dicho su última palabra y se puso a solo un punto (80-79), pero el cuadro local logró una victoria histórica con 54 puntos en la segunda parte.
Desde la llegada de Fernández el Girona ha resucitado y ha pasado de ser claro candidato al descenso a arrollar al Baskonia (96-67) y ganar al Barça y al Unicaja. EFE