Desde su amplio despacho supervisa la política del Gobierno central en la provincia de Málaga desde 2021, y como ex director en un IES trata de coordinar y planificar las tareas de departamentos tan diversos. Desde Interior, a carreteras del Estado, de ferrocarriles a inmigración, Seguridad Social, o el aeropuerto de Málaga, el tercero ya del país. Mientras que Javier Salas (Málaga, 1967), doctor en Bioquímica Clínica y Patología Molecular por la UMA y licenciado en Derecho por la UNED, responde a las preguntas le sale esa 'vena política' que, con toda probabilidad, le sitúa en el escenario de la regeneración interna del PSOE en la provincia de Málaga. Un territorio en el que los socialistas no controlan desde hace dos décadas el Ayuntamiento de la capital, ni la Diputación Provincial, ni consistorios tan emblemáticos como Marbella, Torremolinos, Fuengirola o Estepona. A su espalda, detrás del sillón, ya figura una fotografía en la que aparece junto a María Jesús Montero, vicepresidenta del Gobierno y futura secretaria general del PSOE-A. ¿Presagio o intuición política la del subdelegado?
-Finaliza una 'semana de infarto' para pensionistas y viajeros de Cercanías por el 'decreto Ómnibus' con medidas sociales. ¿De quién ha sido la responsabilidad?
-Está claro que recae en la derecha y en el Partido Popular, que se niega a cualquier avance social o mejora que haya, en este caso también para los malagueños y malagueñas. Han estado en contra de la subida del salario mínimo, del incremento de las pensiones, o de los cambios en la legislación laboral que favorecía la contratación fija frente a la inestabilidad en el trabajo. Un PP que se posicionó en contra de la llegada de los Fondos Europeos. Fueron sus dirigentes los que viajaron hasta Bruselas para que no nos dieran esos fondos a España, y ahora han llegado incluso a votar en contra de la gratuidad del transporte. Es evidente que ha sido su responsabilidad, porque es una formación que gobierna para ciertas élites, y lo que buscaba era hundir al Gobierno de España por muy bien que lo haga. Los malagueños deben saber que el progreso a Málaga siempre lo ha traído un ejecutivo progresista, y solo avanzamos cuando hay un ejecutivo de progreso. Basta observar los bajos índices de desempleo, o de actividad económica, que es la mejor de Europa. Si hubiera en España una derecha responsable, hubiera votado a favor de estas medidas sociales desde el principio.
-Pero el diputado Elías Bendodo (PP) ha acusado al PSOE de utilizar a los pensionistas como "rehenes" para sacar este decreto adelante.
-Es una declaración kafkiana. Reprochan al Gobierno lo que su partido hace. A Bendodo ya lo conocemos en Málaga, y en Madrid con su 'movilidad' dentro de la sede Génova, también. Han querido destruir las mejoras para los pensionistas sin pudor alguno. El PP es un partido cínico, y de popular tiene muy poco.
-Funcionarios de Justicia y Educación de Málaga se quejan de cobrar menos que los de otras partes del Estado. Incluso se les debe dos pagas extras, las del 2013 y 2014, que les fueron descontadas por la Junta durante la etapa de la crisis en el Gobierno de Rajoy. La totalidad de los ejecutivos regionales ya las han devuelto a sus funcionarios respectivos. ¿Qué reflexión hace?
-Es cierto que hay diferencias entre administraciones desgraciadamente. Yo soy funcionario de Educación de la Junta de Andalucía y en mi puesto ganaba un 33% menos que en otras comunidades. Habría que preguntar a Moreno Bonilla, ¿por qué paga tan poco a los profesores? Respecto a las pagas detraídas, la actual Junta de Andalucía demuestra su incapacidad de gestionar. Moreno Bonilla es un incompetente, ya que no quiere asumir muchas de las competencias transferidas. Recibe del Gobierno central un 33% más del presupuesto que cuando gobernaba Rajoy, y se siguen quejando de la infrafinanciación de la autonomía cuando tienen el mayor presupuesto de la historia gracias a las transferencias del ejecutivo de Pedro Sánchez. Pero además, es que no gasta lo que tienen consignado. Basta ver cómo está la sanidad, la aplicación de la ley de Dependencia, o las quejas de los funcionarios. La Junta de Andalucía hace una gestión a base de fotos y de poses para quedar bien.
-Los sindicatos policiales reclaman la equiparación salarial real con los Mossos y ertzaintzas que les prometió el ministro Fernando Grande-Marlaska...
-La equiparación salarial se está cumpliendo durante los gobiernos de progreso. Solo basta comparar las nóminas de un agente de la Policía Nacional o de un guardia civil de hace siete años con las actuales. Y también es evidente que hemos avanzado en el número de plazas ofertadas para la provincia de Málaga. Hoy tenemos 3.600 efectivos del Cuerpo Nacional de Policía y 2.400 de la Guardia Civil, unas cifras récord. Todos sabemos que con el gobierno anterior de Rajoy se recortó el personal y se dejó a cero las infraestructuras de Interior. También se ha mejorado en cuanto a los vehículos o los sistemas de protección, y se están haciendo obras nuevas y mejoras en comisarías y cuarteles en la provincia de Málaga, que a lo largo de esta legislatura darán su fruto. En unas semanas se inaugurará el nuevo cuartel de la Guardia Civil en el Puerto, y estamos tramitando una nueva comisaría de Policía en la zona de calle Pacífico, con un coste de unos 30 millones de euros. Sí nos hubiera gustado que los ayuntamientos gobernados por el PP, incluido el de la capital, hubieran colaborado más en la tramitación urbanística de solares y espacios donde levantar estas comisarías.
-El aeropuerto de Málaga cerró el pasado año con casi 25 millones de pasajeros superando al de Palma de Mallorca. ¿Cómo se va afrontar este ritmo de crecimiento en materia de seguridad?
-Esas cifras de viajeros dan idea de lo bien que va el sector turístico en la provincia y sus efectos en la economía. Todavía hay margen de crecimiento para unas instalaciones como las del aeropuerto de Málaga. No obstante, el Gobierno central ha invertido en dos legislaturas unos 233 millones de euros, parte de los cuales se desarrollarán hasta 2026. Respecto al control de pasajeros, hemos aumentado el personal policial en los últimos dos años y tratamos de reducir con nuevos sistemas los tiempos de espera en los controles de entrada.
-Las compañías aéreas llaman a la dirección del aeropuerto y ésta a responsables policiales sobre las molestías a los pasajeros. El objetivo es realizar un control más laxo en seguridad, dicen las asociaciones policiales.
-Esto ocurrió hace tres años y logramos resolverlo. Es un problema que se da con pasajeros de fuera de la Unión Europea. Ahora, la espera media en el aeropuerto de Málaga es similar al resto de instalaciones europeas. No obstante, vamos a instalar un nuevo sistema de control de pasaportes automático, como el que tiene el Reino Unido, que con una máquina se detectará al viajero que entra y éste no tendría que esperar a que le vean el pasaporte sino hay un motivo justificado. Estamos intentando que estos equipos entren en funcionamiento antes del verano.
ATASCOS EN LA A-7
-La autovía A-7 sigue registrando diariamente atascos, con vehículos de emergencias que no pueden avanzar por las enormes caravanas. ¿Hay medidas a corto plazo para resolver esta cuestión?
-Sí querría matizar que el transporte público no tiene que ser todo por carretera, y la opción de contar con un sistema metropolitano debe de desarrollarse ya. Desgraciadamente en Málaga y su entorno esta posibilidad no existe, y por ello los ciudadanos se ven abocados a utilizar sus coches con unas vías que están concebidas desde hace décadas. Habría que preguntar a la Junta de Andalucía, por qué el transporte metropolitano en la provincia de Málaga es un caos, cuando es su competencia. Pero dicho ésto, estamos trabajando para mejorar los accesos a la ciudad. donde hay problemas en las entradas y salidas desde el Rincón de la Victoria. En este tramo, la Junta debería de haber acometido el estudio que anunció que haría para que el metro llegase a la zona este. Si esta opción existiera hoy, no haría falta que tantas personas cogieran a diario el coche privado para desplazarse hasta la capital. Moreno Bonilla manifestó en 2018 que esta línea de metro estaría en 2021 pero, sin embargo, este proyecto de la Junta ni está ni se la espera. Como tampoco el metro llega hasta el Parque Tecnológico, una prolongación de la línea 2. No han movido ni un papel para evitar los atascos diarios en esa zona de la Universidad.
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-Pero la A-7 es competencia estatal.
-Sí, es del Estado, y por ello el Gobierno está realizando un estudio de la zona del Rincón para ver qué soluciones hay. Está licitado hace un año ya, y en unos meses el informe concretará si hace falta ampliar la autovía, o es preciso un tramo nuevo por encima del trazado actual. Por lo que respecta a la zona occidental de la A-7 (MA-20 hasta Torremolinos), disponemos de otro estudio, que hemos presentado al Ayuntamiento de Málaga para que realice alegaciones, sobre la ampliación de un carril nuevo con un puente sobre el río Guadalhorce. Este proyecto, que sería el único en Málaga con cinco carriles, está valorado en 190 millones de euros. Y, finalmente, para la A-7 occiental, desde Torremolinos hasta Guadiaro, estamos haciendo un estudio de mejora y posibles ampliaciones, aunque ahí es muy complicado puesto que las urbanizaciones se 'han comido' las opciones de acceso a la A-7. Por último, respecto a las mejoras, hemos licitado en noviembre pasado el mayor contrato de mantenimiento de carreteras en la historia de Málaga, que incluye la A-45, A-7 oriental, la N-340 y la N-331, por 25,6 millones de euros.
-¿Pero hay perspectivas de liberalizar o de rescatar la autopista AP-7?
-Es muy difícil porque la concesión está en manos de la empresa Ausol y le quedan más de 30 años. Sería un rescate superior a los 2.000 millones de euros, que es lo que costaría el tren del litoral. Cuando el PP dice que se han rescatado otras autopistas en el norte, oculta que algunas eran públicas y les quedaban poco tiempo de concesión. Paralelamente, en la Mesa por la Movilidad que se constituyó el año pasado, el Ministerio de Transportes propuso realizar bonificaciones para aquellos conductores que utilicen este tramo habitualmente, de tal modo que sean mayores para aquellos usuarios, trabajadores o estudiantes, que se desplazan a diario por la AP-7. Las bonificaciones serían menores para los turistas. Algunas de estas medidas han entrado ya en vigor y otras se están analizando todavía. ¿Y qué ha propuesto la Junta de Andalucía? Cero. Solo se dedican a protestar y a ladrar, para exigir al Gobierno de España cuando ellos no mueven un dedo en esta materia.
HOTEL DE FONDO DE CATAR EN EL PUERTO
-El hotel rascacielos del Puerto está pendiente de un informe del Consejo de Ministros para salir adelante. ¿Usted cree que es necesario este edificio de 35 plantas para la proyección turística de Málaga?
-Estoy en línea con lo que dice mi partido. El urbanismo del PP ha comportado una destrucción de la ciudad para hacer caja. Se están cargando toda la identidad de la capital. Basta con mirar la torre de Martiricos o los tres edificios de la calle Pacífico. Son viviendas de lujo para que sean adquiridas por especuladores y extranjeros. Dinero fácil y rápido, pero sin que el Ayuntamiento piense en los vecinos residentes de Málaga. Están destruyendo la identidad malagueña. Para los que hemos nacido aquí, es una política indignante, y piensan que con su mayoría absoluta tienen derecho a actuar así. En el caso de la torre del Puerto, lo mismo. La autoridad portuaria, depende de la Junta de Andalucía, y es la que ha promovido este rascacielos de hotel. Como subdelegado estoy en el Consejo de Administración del Puerto y en muchos casos no estoy a favor de lo que allí se aprueba. No es una gestión directa del Ministerio de Transportes y mantenemos criterios discrepantes, puesto que los puertos del Estado se tienen que dedicar a la actividad portuaria y no a hacer excepciones para levantar un hotel de un grupo privado. Sería privilegiar a unos inversores en contra del criterio ambiental y urbanístico de la mayoría de los malagueños. El Consejo de Ministros se va a pronunciar próximamente sí levanta esa excepción legal. En mi opinión, con la actividad económica que se registra actualmente en el Muelle 1, el puerto de Málaga no es deficitario y no necesita aprobar excepciones urbanísticas de este tipo que inciden en la visibilidad de un bien de interés cultural como es La Farola. El PP debería de explicar por qué tiene tanto interés en esta torre.
-El alcalde de Málaga pide más suelo y ayudas a la administración del Estado para construir viviendas. ¿Qué le parece?
-Don Francisco de la Torre es el mayor especulador de suelos de la ciudad y especula con los edificios para sacar rédito económico con los ingresos. No le interesa la ciudad de Málaga, ni los malagueños. Se presenta con su amabilidad para quedar bien, pero su política municipal es de especulación pura y dura. Le da igual cargarse bienes de interés cultural, o barrios típicos como La Coracha, el inmueble de La Mundial, o el edificio histórico en El Limonar del cónsul de México, Porfirio Smerdou, que acogió a decenas de republicanos represaliados. En este caso, tras autorizar el derribo, dejó solo una placa de su existencia. Le da igual el patrimonio de Málaga. ¿La vivienda? Es competencia de la Junta de Andalucía que no hace nada en esta materia. Pero mientras tanto, el Ayuntamiento sigue recalificando inmuebles enteros en el centro, que antes eran residenciales, para que los fondos de inversión extranjeros puedan destinarlos a apartamentos turísticos y hoteles, y echar así a los vecinos fuera, porque el señor alcalde dice que se puede vivir también en Álora o en Villanueva del Rosario.
MOVIMIENTOS INTERNOS EN EL PARTIDO
-Hablemos de su partido. Juan Espadas, secretario del PSOE andaluz, ha dado un 'paso al lado' para que llegue la vicepresidenta, María Jesús Montero. ¿Habrá renovación también de liderazgos locales en la provincia?
-Creo que ha sido una buena elección la de María Jesús. La mejor que podríamos tener en Andalucía. Ha unido al partido y ahora tenemos que resolver el congreso regional en Armilla (Granada), para el 22 y 23 de febrero, en el que formará a su equipo. Juan Espadas se ha comportado como un caballero y con una lealtad absoluta al partido, al que cogió en un momento muy difícil, y ha trabajado estos años para unirlo...
-¿Y Daniel Pérez, su secretario provincial, debería hacer lo mismo teniendo en cuenta los tres intentos fallidos de llegar a la alcaldía de la capital?
-Ahora no estamos en ese escenario, sino en el regional. Cuando se abra el melón provincial ya hablaremos. Creo que es evidente que el PSOE en Málaga tiene que despertar, y reflexionar sobre los equipos que tenemos para tratar de mejorarlos entre todos. No me gustaría que hubiera conflicto y peleas en las agrupaciones, porque aunque la democracia interna está muy bien, cuando existe confrontación las ideas perdedoras se pueden desilusionar y así no se sale adelante. Pero no se oculta un sentir general que estamos mal y que hay que mejorar.
-¿Usted se ve en esa carrera a la secretaría provincial?
-No. Sí quiero, sin embargo, ayudar al partido para salir de una situación difícil que nos permita gobernar en las instituciones locales y en la provincia, no solo en el Gobierno de España. No puede ser que el municipio más grande en el que gobernemos en toda la provincia sea solo el de Cártama, siendo Málaga una de las provincias más beneficiada de las políticas del Ejecutivo central. Hay que reflexionar mucho para elegir a los mejores candidatos, y en el partido hay personas muy cualificadas.