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"La novela escapa del típico asesino en serie, es una forma de explorar la mente humana"

Ana Covadonga Castro, policía, psicóloga, madre y escritora de novela policiaca, nos presenta su última novela, ‘Hágase su voluntad’

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  • Ana Covadonga Castro. -

Policía,psicóloga, madre y escritora de novela policiaca,sitúa su última novela, ‘Hágase su voluntad’ (editorial Espasa, 2025), en su Avilés natal, a diferencia de la trilogía autoeditada de Julieta Collado que se desarrolla en Málaga, en cuya comisaría central trabaja desde hace unos años 

La novela nos demuestra que el horror no viene del más allá, sino de la capacidad del ser humano para hacer el mal en nombre de de sus creencias, y el mal es infinito

Le propongo un juego. Si esto fuera una plataforma de estas de las que hay de televisión que te sacan el cartel de la película o la serie que quieres de ahí pues quizá podría thriller. Terror psicológico, violencia. Un poquito de todo esto se puede aplicar.

Esta novela la verdad que se escapa un poquito de la novela negra tradicional porque huye de ese asesino en serie que va aniquilando a las personas en una ciudad. Es más bien una manera de explorar la mente humana. La novela se inicia con un suicidio en la plaza más concurrida de Avilés, que es la ciudad de la que vengo yo, en Asturias, y eso pilla un poco fuera de juego a la policía porque en realidad un suicidio no habría porque investigarlo, pero es verdad que hay ciertos detalles que acompañan a esa manera en la que la persona se quita la vida que da pie a una investigación.

En esta novela se cuenta también un poco el día a día de cómo trabaja la policía en este caso con su protagonista. Esto es desnudar un poco lo que ustedes hacen. No sé si esto es bueno o malo.

La novela está contada en primera persona por parte de de Eva Prendes, que es la protagonista, la inspectora que lleva el grupo. Es una manera de darle un poquito de de humanidad a la policía que vemos un poco como solo gente de uniforme, pues no, hay mucho más, tenemos nuestras familias, nuestras preocupaciones y nuestros problemas. Yo soy muy prudente siempre a la hora de hablar de de métodos de investigación y solo hablo de aquellos que ya son conocidos por  los malos, como digo yo, porque no quiero dar ninguna pista más. Así que yo no quiero facilitarles nada y lo que ellos desconocen, yo me lo guardo y eso queda para mi grupo real de trabajo y para resolver crímenes reales.

En cualquier caso, lo que sí conocemos es que en la vida real no es como en la película.

No, no. Hay mucho trabajo que en las películas no se ve. El más aburrido, digamos, el burocrático de papel y demás, aunque sí es cierto que aunque esté muy manida esta frase sí que la realidad supera a la afición en muchas ocasiones tanto por parte del mal como del bien. Hay gente malísima que sorprendería hasta el más fan del trhiller, pero también hay profesionales muy buenos. Yo tengo una suerte abrumadora, porque tengo unos profesionales que trabajan conmigo estupendos, y que tienen unos recursos que quizás ni siquiera salen en las películas. Una formación espectacular.

La realidad ciertamente siempre supera a la afición mucho que no que nos empeñemos. También es una fuente de inspiración.

Sí, bueno, es verdad que yo no tiro de de cosas que me hayan pasado realmente en mi profesión policial. Sí, es verdad que la investigación es totalmente realista, quiero decir, es lo que haría un grupo policial en caso de que se encuentre un evento de estas características. Pero las tramas no se alejan mucho de de lo que yo he vivido. La novela nos demuestra que el horror no viene del más allá, sino de la capacidad del ser humano para hacer el mal en nombre de de sus creencias.  Es tangible. Yo siempre digo que ya hay bastante maldad aquí como para que encima venga algo sobrenatural a aumentarla. Claro. Así que no hace falta.

Para esta novela ha elegido la narración en primera persona a través del personaje como ha dicho Deva Prendes porque elige este recurso literario.

Me gusta porque es una manera de exponer la mente de de la protagonista, en este caso de Deva Prendes, aunque es verdad que te corta luego un poquito las alas a la hora de de ahondar en el resto de personajes, porque solo puedes hablar desde la perspectiva de la personaje principal. Aún así, creo que la personalidad de este mujerón merece la pena contarla en primera persona.

Hay otra mujer policía también en la novela, además de otros detectives, no sé si alguna de ellas es usted, o tiene parte de usted.

Yo creo que es inevitable que proyectes algo tuyo en cada uno de los personajes o algo de tu entorno porque al final, somos el resultado de todo lo que hemos vivido, y más a nivel profesional en una profesión como la mía de Policía Nacional. En este caso Deva sí que comparte conmigo pues esa preocupación porque todo salga bien, la autoexigencia y el carácter asturiano, no nos vamos a engañar.

¿Usted se ha enfrentado a cosas tan terribles, tan malvadas como la que se cuentan en la novela y no sé cómo se afronta eso si se ha llegado a enfrentarse a algo así

Por suerte algo como esto no. Porque es una trama bastante tenebrosa y se aleja un poco de lo que yo he vivido en mi profesión. Aunque sí es verdad que a nivel de suicidios, sí que he tenido por desgracia bastantes casos y es algo, por eso me he decantado un poquito por ir por ahí, porque es algo que me llama muchísimo la atención que una persona se llegue a sentir tan desesperanzada como para creer que lo único que puede hacer para dejar de sufrir es quitarse la vida. Y juego un poco con eso, con el tema de la manipulación a nivel religioso, entonces quiero visibilizar un poco eso, la importancia de la salud mental y lo que puede desembocar en caso de que una persona no sea estable.

Y somos más manipulables ahora. No sé, cómo ve esta cuestión.

Creo que eso va en la personalidad, pero sí es verdad que el acceso a tantísima información hace más manipulable a la gente que ya antes, a lo mejor no tenías esa manera de influir en otras personas. Pero ahora, es que estamos a diario expuestos a un montón de información demasiada. Entonces sí que sí que se puede manipular más fácilmente a la gente, creo.

Hemos pasado de aquellos ochenta y noventa donde las sectas dabas una patada y salían por todas partes. Y esto era manipular a la gente a este exceso de información o este acudir a lo digital para informarnos que provoca también esto ahora.

Ahora es una manipulación más sutil, quizás no tan extremo como una secta, pero sí es verdad que a nivel de publicidad y demás hacen con nosotros un poquito lo que quieren, nos enseñan lo que queremos ver, guardan información sobre lo que no nos gusta. Entonces, estamos un poquito expuestos a ese nivel.

 

Hemos dejado también de ser críticos a lo mejor…

En mi opinión sí. Creo que sí. La verdad es una pena pero creo que mucha gente toma lo que ve como cierto y no es así, menos en las redes sociales. Y uno mismo lo sabe porque cuando publicas una realidad que tú quieres que la gente vea, no tu realidad verídica, como es mi caso que tengo una niña de pocos años, no voy a publicar un vídeo en el que estoy desquiciada porque la niña no se duerme, publicaré cuando estoy abrazada a ella o leyendo un libro, entonces tenemos que ser un poquito conscientes de de esa imagen que la gente quiere que veamos que no es real

Comentaba eso de enfrentarse a esas cuestiones y ha dicho usted que el suicidio es una de las que más le afecta, ¿Cómo se afronta esto? ¿Luego se lo lleva a una casa? ¿No se lo lleva? Pero de verdad no como se ve en las películas.

Yo te diría que hay gente, que hay compañeros que son capaces de establecer esa distancia. A mí me cuesta mucho. Y últimamente, desde que soy mamá, mucho más. Claro. Esa sensibilidad que te despierta la maternidad pues todavía interfiere más en esa distancia que tomas. Y personalmente, me cuesta mucho más el gestionar el dolor de la familia, que son los que se quedan y los que lo sufren, que al final ver un cadáaver y bueno, pues te da pena, pero el sufrimiento de los familiares para mí es lo peor, sin duda.

En su novela explora los límites entre el bien y el mal, así como los lugares más oscuros del alma. Imagino que eso le viene de haber estudiado psicología.

Sí. Me gusta mucho exponer ante los lectores esa parte maligna, digamos de del autor; en mis novelas siempre hay una parte para que el malo exprese sus sentimientos y de hecho, muchas veces, hay una línea tan fina entre la justificación, o sea, realmente está justificado lo que hace o lo que no, que pone al lector en un brete y no sabe al final de qué parte está, si del bueno o del malo.

Y, ¿cómo se pone uno en el lugar de del malo?

Pues no sé. No te sé responder. He leído tantísimo thriller a lo largo de mi vida y he visto tantas series, tantas películas, que soy muy monotemática. A mí me encanta, y eso, sumado a una imaginación que ya me viene de serie, pues me deja navegar por las mentes más oscuras. Sí, porque a veces, siempre, es un buen ejercicio ponerse en el lugar del otro,  entonces es algo sanísimo que se debe de practicar, pero quiero visibilizar un poco eso, la importancia de la salud mental y lo que puede desembocar.

Pero, tiene que ser más complicado ponerse en lugar de otro cuando el otro pues es como el personaje principal, este excura Bolaños.

Esto es un poco espoiler. Sí. Ya no. Pues nada yo creo que hay que ponerse en el lugar de del malo, creo que es algo que al lector le gusta saber, el porqué. Por eso el True Crime está tan en boga ahora, porque a la gente le gusta saber qué hay en la cabeza de esas personas que actúan de una manera tan despreciable y tratar de entenderlo aunque muchas veces que no se puede entender. A la gente le gusta mucho eso. Saber eh cuáles son o sea qué puede mover una actuar de una manera tan horrible. Y muchas veces es que no hay respuesta.

En ese camino que hace usted de de exploración no sé ahora mismo en qué punto se encuentra y si piensa que le quedan cosas por descubrir.

¿A nivel de describir?

De de escribir y de analizar.

Yo creo que es que hay tantas opciones que son inagotables. De hecho, por eso la novela negra tiene una carrera tan larga, porque es que hay tantas variables que puedes modificar y tanta aspectos de la personalidad tanto de los malos como de los buenos que puedes alterar que el mal es infinito.

La novela está situada en Avilés, muy diferente a Málaga, ¿No?

Sí, la trilogía que tengo autopublicada con Amazon sí que está contextualizada aquí, pero me apetecía escribir de mi tierra y también compartir con los lectores ese amor que yo siento por ella. Escribo mucho de las cosas que yo echo de menos estando aquí. Y acercar un poquito el norte al sur, si se puede, porque tengo muchos lectores aquí, gracias a la trilogía de Julieta Collado y bueno, aunque me dio un poquito de respeto escribir sobre Avilés, porque quería hacerle justicia, creo que resultado es bastante bueno. Me fui muy prontito porque aprobé la oposición muy pronto con veintidós años. Pero vamos es que lo considero mi casa. Por muy lejos que esté un asturiano, la tierrina tira mucho.

Echa de menos su tierra pero la describe bueno que por un lado atrae, pero por otro bueno que corta un poquito el rollo, tanta lluvia, ¿no?

Es que la lluvia da mucho juego a la hora de de escribir los thrillers. Esa oscuridad, ese mal tiempo que se nos atribuye, que ahora cada vez es menos, ayuda mucho a situar a la gente en un escenario un poquito tétrico. Pero bueno, que yo amo a Avilés y no es tan horrible como parece en mi novela.

Hemos hablado de la manipulación, de los manipuladores, pero  quería hablar también de bueno, usted se reconoce feminista, quería hablar precisamente de de la policía, de la evolución de en qué en qué punto estamos, quiero decir, porque bueno, no ha sido fácil…

Yo puedo hablar a título personal de mi experiencia, ha sido maravillosa. Yo no me he encontrado por lo menos de cara a la galería, con nadie que me haya hecho de menos por ser mujer ni mucho menos. La lo que pasa que la policía es un reflejo de la sociedad. Lo que te vas a encontrar en la sociedad te lo encuentras en la policía y luego cada uno en su casa puede pensar lo que quiera. Yo no he encontrado ninguna traba en mi carrera profesional y mis compañeros siempre me han tratado con un respeto inmejorable y poquito a poco pues vamos llenando las comisarías de mujeres, que es que nos hemos incorporado más tarde, es normal que haya menos.

No sé si ha visto la serie Asuntos Internos en Televisión Española. Con, bueno, una mujer que fue pionera, ¿no sé qué le ha parecido?

A ver, a mí ya te digo, todo lo policiaco me lo bebo. Me encanta. Y creo que le hace justicia. La incorporación de la de la mujer a la policía fue un evento muy acertado, porque hay muchas cosas que nosotras, claro que nosotras quizás, podamos aportar, aunque las diferencias obviamente a nivel físico son evidentes es innegable y negarlo es una tontería, pero nos compenetramos bien y a la vista está que la policía nacional es una de las instituciones más queridas por los ciudadanos y que funcionamos de maravilla.

Tiene que haber paridad, si no es una sociedad incompleta a cualquier nivel, en cualquier ámbito, lo que pasa es que esto que teníamos muy claro, no sé si tiene la sensación de que se están dando paso hacia atrás.

Yo creo que de mi generación y algunas posteriores no, sí es verdad que en la estoy viendo, pero ya a nivel del respeto hacia la mujer, quizá un pequeño retroceso a nivel de toxicidad en las relaciones como que si los celos son un signo de amor y todo eso, yo que pensaba que ya estaba como desechado, como que está volviendo otra vez y me daba un poco de vértigo, yo más teniendo niñas pequeñas, pero espero se encauce de nuevo y podamos seguir avanzando, que estábamos en buen camino.

Se ven constantemente estadísticas que hablan de este aumento del control, del estar pendiente del móvil de de la pareja femenina en este caso.

La esfera íntima de cada persona tiene que, encima yo he trabajado en una unidad de de violencia de género, investigando en Marbella precisamente, y ese tipo de comportamientos son el primer paso para que la cosa avance y ese control es innecesario completamente en una relación sana no se da.

Esto nos lleva a pedir como siempre educación y valores.

Es que el problema es que por mucho que se invierta en educación, ahora las redes sociales son un problema real. Quizás no solo hay que invertir en educación, sino también en proteger a esos menores a través de las redes sociales. Quizá, no se debería permitir que una persona desde el anonimato publique y haga lo que quiera con total impunidad porque es irrastreable. Si asociáramos un usuario en internet a cada persona que pudiera tener una repercusión a la hora de si comete un delito como puede ser injuria o una amenaza, pues la gente se pensaría más lo que sube a internet, pero es que la impunidad del anonimato da mucha valentía, falsa valentía.

Lo que ocurre es que luego, cundo intentas regular ese tipo de cuestiones, siempre salta el debate y parece que no sale muy bien parado el querer un mínimo de control que no es nada descabellado.

Yo creo que, inevitablemente tendrá que llegar porque se está yendo la cosa ya a unos límites que no son tolerables y muchos menores que reciben acoso por redes sociales tienen problemas de salud mental debido a eso. Es la impunidad que te da esconderte detrás de una pantalla.

Habla usted del anonimato pero encontramos también influyentes en redes, hombres, auténticos bueno, vamos a decirlo machirulos que parecían de otra época, casi de otro siglo, y que tienen millones de seguidores. Eso también es un problema.

Si es que al final hay gente que sigue pensando que la tierra es plana. ¿Qué te digo? Es que contra esas cosas no se puede luchar mientras no sea delito ser un inconsciente no es delito por desgracia. Entonces poco se puede hacer ahí.

En este caso lo que hay es que darle las armas a quienes reciben mensajes, para que aprenda a diferenciar.

Sí, y la autoestima y un pensamiento crítico del que hablábamos que sea real y que te estés viendo un vídeo de un señor de este tipo y tú digas, esto no está bien. Que tú lo sepas identificar. Lo que pasa que es eso, que hay que empezar desde bien pronto para que eso se asimile bien.

Hablaba usted de la evolución de la policía, pero todavía también se lee a veces mujeres que han ido a denunciar algún tipo de violencia de género o algún tipo de violencia sexual y no se ha encontrado con la sensibilidad que esperaba, o no ha sido atendida como hay que atender en el momento de de este delicado. No sé si comparte esto o si cree que se ha mejorado o que es mejorable.

Yo te puedo hablar desde mi punto de vista. Yo que he trabajado en el tema, siempre se ha atendido a las víctimas de una manera impecable y con un personal muy sensibilizado. Es verdad que tanto a nivel policial como judicial está desbordado. Hay muchas más denuncias de las que se pueden acoger en condiciones y es como cuando vas al médico y te dan diez minutos y más de diez minutos no. Entonces claro, quizá se necesitaría más tiempo para cada una de las víctimas. Pero el personal no da para más. Ese es el problema.

Voy a ver precisamente una que dice en la novela: “Una justicia que a veces, por mucho que nos empeñemos desde la Policía, parece no llegar nunca. Es el problema de vivir en un país en el que los malos parecen tener más derechos que los buenos”. ¿Es así?

Es la sensación que, por lo menos yo desde desde mi trabajo, tengo. Que es como que si tú cometes un error como policía se te cae todo el caso pero ellos pueden hacer lo que quieran sin ningún tipo de de problema. Entonces, a ver, obviamente los detenidos y delincuentes tienen que tener derechos, pero no me lo pongas a mí más difícil. Porque ya bastante difícil lo tenemos. Si yo hago un trabajo impecable, si en mi grupo se hace un trabajo impecable y llega luego el juez y queda nada, te quita las ganas de trabajar y pasa muchas veces y a nivel de violencia de género pasa muchas veces que tú, una denuncia por violencia de género lleva un trabajo policial increíble y luego se cae todo en el juzgado y ahí es donde empiezan los problemas.

Bueno, vamos a terminar, volviendo a la novela, ¿por qué que leer Hágase su voluntad?

Siempre digo que tiene tres cosas que pueden ser las que llamen la atención: la primera es que no es un asesino en serie, sino que es una tanda de suicidios injustificados que la policía no logra entender, huye un poquito de de lo tradicional; la investigación policial no puede ser más documentada porque llevo tantos años estudiando y trabajando como policía que es inevitable que la investigación sea veraz, y por último, el tema de de la personaje principal, que es una mujer de 52 que huye un poco de del estereotipo de mujer joven, superpolicía y demás, es una mujer normal, con su carácter y demás, pero que está empoderada por sí misma, que no necesita ni un trauma ni una adicción ni nada para ser fuerte. Yo creo que esos tres pilares son muy interesantes. Es una lectura muy ágil y creo que cualquiera que se lea el prólogo va a querer seguir leyendo.

 

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