Las Zonas de Bajas Emisiones (ZBE) comienzan a ser una realidad en Málaga y su provincia, en cumplimiento con la Ley de Cambio Climático de 2021. Esta normativa obliga a las ciudades con más de 50.000 habitantes a implementar restricciones al tráfico para reducir la contaminación y fomentar un modelo de movilidad más sostenible. Málaga capital y otros siete municipios de la provincia han definido las áreas que estarán sujetas a estas medidas.
Pese a que esta era una noticia ya ampliamente conocida por la sociedad malagueña, no ha sido hasta este martes cuando ha visto la luz una guía para conocer al detalle todos los entresijos de esta ZBE, novedosa en la Costa del Sol y ya asentada en otros grandes municipios del país.
La Asociación de Distribuidores de Alimentación y Bebidas (ADISABES), en colaboración con la Cámara de Comercio, han desglosado los principales detalles de una forma práctica y comprensible para todo aquel que tenga dudas al respecto.
El objetivo de las ZBE es "mejorar la calidad del aire y disminuir los niveles de ruido en las ciudades, favoreciendo entornos más saludables para los ciudadanos", señalaba Salvador Pérez, presidente de ADISABES. Se trata de una iniciativa alineada con las directrices europeas y con los compromisos medioambientales asumidos por España en materia de reducción de emisiones contaminantes.
El presidente de la Cámara de Comercio, José Carlos Escribano, ha coincidido con Salvador Pérez Muñoz en la importancia de respaldar al tejido empresarial malagueño, especialmente a las pymes, para que la adaptación a las nuevas exigencias medioambientales se lleve a cabo con el menor impacto económico posible.
La vicepresidenta ejecutiva de CEM, Natalia Sánchez, ha destacado también el impacto que esta medida supone para la actividad de las empresas, señalando “desafíos que tienen que ver con la movilidad, el transporte y la logística, con incidencia en el comercio, los servicios y, por supuesto, el turismo y la hostelería, entre otros sectores”. Asimismo, ha subrayado que se trata de una “nueva realidad que requiere, sin duda, adaptación, pero también la implicación de las administraciones públicas para fomentar la actividad económica en aquellos ámbitos que puedan verse afectados o limitados por la implantación de estos espacios”. Un asunto que, según ha remarcado, “es una prioridad para las organizaciones empresariales, que llevamos tiempo trabajando y abordamos con compromiso, prestándole la máxima atención”.
“No cabe duda de que todos los agentes económicos y sociales, así como la ciudadanía en general, debemos apostar de manera firme y decidida por la sostenibilidad, la eficiencia energética y el respeto al medioambiente. Sin embargo, no siempre es una tarea sencilla, especialmente para las pymes. En lo que respecta a las Zonas de Bajas Emisiones, además de Málaga capital, se han implementado espacios similares en otros diez municipios de la provincia, cada uno con su propia normativa y características específicas, lo que dificulta el proceso de adaptación. Guías como la que presentamos hoy aquí representan una herramienta clave para que el tejido empresarial pueda afrontar con garantías esta nueva realidad”, ha afirmado José Carlos Escribano.
Vehículos permitidos
Los vehículos que podrán acceder libremente a estas zonas son los que tienen distintivo CERO y ECO, es decir, eléctricos, híbridos enchufables o de gas. Aquellos con etiquetas C y B podrán circular con restricciones progresivas según la fase de implementación. En cambio, los automóviles más antiguos y contaminantes tendrán prohibido el acceso a estas áreas urbanas.
En Málaga capital, la delimitación de la ZBE comprende calles y avenidas clave como la Explanada de la Estación, el Paseo Marítimo Antonio Machado y la Alameda de Capuchinos. Por su parte, municipios como Marbella, Mijas, Fuengirola, Estepona, Torremolinos, Rincón de la Victoria, Antequera y Ronda también implementarán restricciones similares.
Las autoridades han señalado que las ZBE traerán consigo beneficios como la reducción de enfermedades respiratorias, una menor dependencia del coche privado y la promoción del transporte público y la movilidad activa. Además, se prevé un descenso en el ruido urbano y en los niveles de gases contaminantes, lo que contribuirá a ciudades más habitables.
Para facilitar la transición, el Ayuntamiento de Málaga ha establecido un periodo de adaptación progresivo. Durante el primer año, los vehículos con etiquetas C y B podrán acceder sin limitaciones, pero en fases posteriores se aplicarán restricciones más estrictas.
Se recomienda a los ciudadanos comprobar la clasificación ambiental de sus vehículos en la web de la Dirección General de Tráfico (DGT) y considerar alternativas como el transporte público o la adquisición de vehículos menos contaminantes. Con esta medida, Málaga avanza hacia un modelo de ciudad más limpia, eficiente y respetuosa con el medio ambiente.
