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Los presidentes de los parlamentos de la región mediterránea reunidos este jueves en Málaga en el marco de la IX Cumbre de Presidentes de la Asamblea Parlamentaria de la Unión por el Mediterráneo (APUpM) han reiterado su voluntad de seguir reforzando conjuntamente la colaboración entre las dos riberas apostado por una migración segura y ordenada, a la vez que han criticado abiertamente los discursos racistas y de odio contra los migrantes.
Así se recoge en las conclusiones de esta asamblea en la que, bajo la presidencia española y con una dedicación especial a la migración, han intervenido en su inauguración la presidenta del Congreso de los Diputados, Francina Armengol, y el vicepresidente del Senado, Javier Maroto, así como la vicepresidenta del Parlamento Europeo y los presidentes de las cámaras de representantes de Marruecos y Egipto, país este último que toma el relevo en la presidencia de este foro.
Los firmantes de la cumbre de la APUpM han recogido en sus conclusiones su "compromiso compartido con el refuerzo de la cooperación entre las dos riberas del Mediterráneo" con el objetivo de construir un espacio solidario que apueste por la paz, la seguridad, la estabilidad y por los derechos humanos.
Y reafirman "el papel sin parangón que tienen los parlamentos nacionales en la consolidación de la paz a través de la diplomacia legislativa, el control de las políticas ejecutivas en relación con la resolución de conflictos, y la ratificación y supervisión de los tratados internacionales de paz".
Además, han reconocido que la región mediterránea ha experimentado "importantes flujos migratorios irregulares que suponen un desafío muy significativo" y que podrían poner en riesgo vidas humanas, por lo que han apostado por entender la migración como "una oportunidad de desarrollo para los países de origen, tránsito y destino y para el propio migrante".
"Los derechos humanos deben estar en el centro de las políticas migratorias y de los acuerdos de cooperación internacional", sentencian en el documento de conclusiones, a la vez que critican "los discursos racistas y xenófobos" y reclaman la puesta en marcha de programas de sensibilización sobre la realidad migratoria.
Y piden que los programas de sensibilización vengan acompañados de otros de formación y movilidad laboral, en el marco de acuerdos que faciliten contratar en origen a la creciente población joven en el continente africano, garantizando el respeto de los derechos humanos y la dignidad de los migrantes y refugiados, "unas condiciones laborales justas y una estrecha cooperación con los países de origen y tránsito, creando al mismo tiempo las condiciones para la formación y el empleo de los jóvenes en sus países de origen".
Además, los presidentes de los parlamentos de los países mediterráneos han mostrado su apoyo al "Pacto Mundial para una migración segura, ordenada y regular" aprobado por Naciones Unidas en 2018 y que conmina a los países a trabajar por una migración segura, ordenada y regular, así como al Pacto sobre Migración y Asilo de la Unión Europea, que entrará en vigor en junio de 2026 en el ámbito de la UE.
También han manifestado su interés por el desarrollo de negociaciones para un nuevo Pacto por el Mediterráneo, cuyas líneas maestras fueron presentadas en el Foro de Granada sobre el Futuro del Mediterráneo en abril de 2025.
Los líderes parlamentarios apuestan por "la construcción de un mercado euromediterráneo más integrado" con programas educativos regionales e interregionales concebidos como una inversión estratégica a medio y largo plazo y "para la creación de empleo de calidad y estable en condiciones de igualdad, especialmente para jóvenes y mujeres, así como en la lucha contra el cambio climático y en la protección del medioambiente, especialmente del agua, la contaminación y de la biodiversidad".
Los firmantes se comprometen a seguir con interés el desarrollo del mecanismo de monitoreo intergubernamental para evaluar la brecha de género en los estados miembros de la Unión por el Mediterráneo y proporcionar recomendaciones a los responsables de las políticas de los estados miembros con el fin de identificar soluciones viables a medio y largo plazo.
También apuestan por fomentar las fuentes de energía renovables con vistas a la transición hacia una energía sostenible que pueda ayudar a mitigar el cambio climático y sus consecuencias en la disponibilidad y calidad del agua, "siendo conscientes de que en el Mediterráneo se concentra el 60% de la población mundial que sufre escasez de agua y de la relación que existe entre seguridad hídrica y empobrecimiento".
CONDENA A LOS CONFLICTOS BÉLICOS
En las conclusiones de esta cumbre se reconocen que los conflictos bélicos en los flancos oriental y meridional de la Unión Europea, en el Sahel y en Oriente Próximo tienen una influencia decisiva en la evolución de los flujos migratorios en la región mediterránea; y al respecto subrayan la necesidad de "lograr soluciones políticas duraderas que se basen en un diálogo inclusivo, en los mecanismos de justicia transicional y en la desmilitarización de los corredores de ayuda humanitaria".
Además, condenan con firmeza "la reanudación de las hostilidades en la franja de Gaza" y destacan que supone "una seria amenaza para la paz y la seguridad internacionales y socava la estabilidad regional y mundial". Apuestan por la protección de los civiles, incluida la infancia, y la infraestructura civil, a la vez que reclaman un cese inmediato y permanente de las hostilidades "incluida la liberación incondicional de todos los rehenes, y el retorno inmediato al diálogo".
También exigen un acceso "inmediato y sin trabas y una distribución sostenida de la asistencia humanitaria a gran escala en toda Gaza", a la vez que expresan su pleno apoyo a la solución de dos estados. Y acogen con beneplácito la iniciativa egipcia para la pronta recuperación y reconstrucción de Gaza, presentada en la Cumbre de El Cairo del 4 de marzo, y adoptada por la Liga Árabe y la Organización de Cooperación Islámica (OIC), "que representa una base seria para las discusiones sobre el futuro de la granja de Gaza".
Ante la reciente escalada entre Israel e Irán, subrayan su compromiso con la seguridad regional, incluida la seguridad del estado de Israel. "Es importante que todas las partes respeten el Derecho internacional y se abstengan de adoptar nuevas medidas que puedan tener graves consecuencias, como la posible liberación de elementos radiactivos", y piden que prevalezca la democracia
También dicen seguir con interés los procesos de consolidación del alto el fuego entre el Líbano e Israel, y la transición política y constitucional en Siria. Los firmantes instan al cumplimiento de todas las resoluciones del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas que conforman la Agenda Mujeres, Paz y Seguridad, del año 2000.
De igual modo, suscriben la Declaración de Granada del día 4 de abril de 2025 con motivo de la celebración del Primer Foro sobre el Futuro del Mediterráneo y reiteran el impacto multicausal de los fenómenos migratorios en la cuenca mediterránea.
Agradecen la contribución de la Fundación Anna Lindh con el lanzamiento del nuevo programa multianual 2025-2028 y con su participación activa, tanto en el Foro sobre el Futuro del Mediterráneo como en la IX Cumbre de presidentes de la Asamblea Parlamentaria de la Unión por el Mediterráneo.
Tras señalar el fortalecimiento del papel de la APUpM, reconocen el esfuerzo de la presidencia española por reactivar sus trabajos u confían en que la próxima presidencia del Parlamento de Egipto continúe con los esfuerzos compartidos.