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La talla de la Virgen de Fátima que se venera en Málaga será restaurada con motivo del 75.º aniversario de su llegada a la ciudad. Como paso previo, se le ha realizado una tomografía axial computarizada (TAC) para evaluar su estado de conservación y garantizar una intervención respetuosa con su estructura original. La prueba ha revelado un hallazgo inesperado: una cápsula oculta en el interior de la imagen.
El estudio ha sido realizado por el equipo de la Unidad de Diagnóstico por Imagen de HM Málaga, mediante tecnología de alta resolución que permite analizar la estructura interna sin necesidad de intervenir físicamente en la talla. Las imágenes en 3D están siendo evaluadas por los expertos, y serán fundamentales para planificar el proceso de restauración.
La sorpresa llegó al detectar una pequeña cápsula en el interior de la imagen, que podría contener algún mensaje, documento o elemento relacionado con su autoría o contexto histórico.
La imagen fue realizada en la década de 1940 por el escultor portugués José Ferreira Thedim, el mismo autor de la talla original de la Virgen de Fátima que se venera desde 1920 en el santuario portugués. La réplica malagueña cuenta con un sello de autenticidad oficial que acredita su procedencia y alto valor patrimonial.
“Con motivo de la conmemoración del 75.º aniversario de su llegada a Málaga, nos vemos en la necesidad de acometer trabajos de limpieza y restauración. Para ello, es imprescindible evaluar previamente su estado estructural interno. Esta prueba nos permitirá obtener información clave sobre posibles grietas, ensambles o deterioro oculto en la madera, garantizando una intervención rigurosa y respetuosa”, explicó Pablo Castellanos, Hermano Mayor de la Hermandad.
Los especialistas destacan que el uso del TAC se ha convertido en una herramienta habitual en la conservación de bienes culturales, especialmente en piezas de madera con gran valor histórico y artístico. Su aplicación permite tomar decisiones informadas, minimizando riesgos para la integridad de la obra.
Durante los años 40, solo se realizaron doce réplicas oficiales de la Virgen de Fátima destinadas a recorrer el mundo en misiones evangelizadoras. Tras cumplir su propósito, todas regresaron al santuario portugués, salvo la que llegó a Málaga. Por deseo expreso del entonces obispo Ángel Herrera Oria, la imagen permaneció en la ciudad, donde es conocida popularmente como “la Peregrina”.