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CSIF ha denunciado la que califica como situación de “deficiente climatización” que vive el área de Pediatría del Hospital Materno Infantil “en pleno verano”.
Para la Central Sindical Independiente y de Funcionarios, la situación es “insostenible” debido a la falta de climatización adecuada en distintas áreas críticas del centro, como consecuencia de los trabajos de adecuación para mejoras en la eficiencia energética.
Así, desde el sindicato han señalado que, desde el mes de junio, las salas de espera de Urgencias de Pediatría, la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI), la zona de observación, varias consultas y la sexta planta de Pediatría (donde los propios padres de los niños ingresados han llevado ventiladores), entre otras áreas, “sufren temperaturas inaceptables por la baja potencia del sistema de climatización”. A esta situación se suma también el área de Urgencias de Maternidad.
CSIF señala que se trata de espacios donde se atiende a menores, recién nacidos y pacientes en situación de especial vulnerabilidad. Asimismo, indica que también afecta de manera directa a los profesionales, que “trabajan en condiciones ambientales extremas y con una preocupante y permanente falta de personal”, algo que “causa estragos serios en su labor diaria”.
Desde el sindicato señalan que, de igual manera, esta problemática, derivada de “la falta de planificación” de los responsables del centro, repercute en el Servicio de Anatomía Patológica, ya que las altas temperaturas afectan a las muestras, que pierden frío rápidamente y dificultan el corte de los bloques de tejido.
Aunque se están llevando a cabo trabajos de sustitución de maquinaria para mejorar la eficiencia energética, la Central Sindical señala “falta de previsión y planificación” por parte de la Administración, que decidió ejecutar estas actuaciones en verano, coincidiendo con las temperaturas más elevadas del año, decisión que “ha agravado notablemente las condiciones asistenciales y laborales en un centro que ya sufre una importante sobrecarga de trabajo”.
Así, el centro ha optado por la instalación provisional de aparatos de climatización portátiles (pingüinos), pero “no resulta una solución suficiente ni adecuada”, mientras que la Administración alega falta de recursos económicos para reforzar plantillas o cubrir las necesidades de personal más básicas.
CSIF exige a la Administración sanitaria que adopte “de manera urgente” las medidas necesarias para garantizar la climatización en todas las zonas afectadas y que “se planifiquen con responsabilidad” este tipo de actuaciones, priorizando el bienestar de pacientes y profesionales.
Y es que, como han concluido, “estamos hablando de niños, neonatos y mujeres embarazadas, cuyas condiciones de salud no pueden quedar expuestas a temperaturas extremas por decisiones administrativas erróneas”.