Esta rehabilitación, realizada dentro de un convenio de colaboración con el Ayuntamiento y la oficina del Bicentenario, para poner en valor los edificios de la ruta constitucional, no ha tenido el resultado esperado y es que la excesiva humedad han provocado que la pintura se ha perdido en gran parte de la fachada, sobre todo los resaltes.
Los técnicos encargados de la recuperación de la fachada desecharon cualquier acción sobre la fachada, para corregir los desperfectos, hasta tanto en cuanto no pasara el verano para así contribuir al secado del muro y evitar que el problema se repitiera.
No obstante, el verano pasó y pronto llegaron las lluvias, por lo que no se materializó la corrección de los desperfectos. Ha pasado otro verano y el estado de la fachada va deteriorándose poco a poco, con lo que su aspecto va en detrimento de un edificio de la categoría de la Compañía de María. Curiosamente, las pruebas de que la humedad de los muros es la causante de estos desperfectos se observa en la parte baja de la fachada, donde da menos el sol y tarda más en secar.