La mujer ha relatado a Efe que ha presentado denuncias ante la Junta de Andalucía, mientras que la doctora que atendió a su hija, que ahora tiene 18 años, presentó una denuncia ante la Guardia Civil tras el último episodio violento que sufrió "porque la niña llegó al médico con la cara destrozada, las gafas rotas y varias lesiones".
Manuela González ha señalado que cuando comenzaron los problemas le transmitió al centro educativo que la niña sufría el transtorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH), "que hacía que tuviese unos problemas de adaptación que había que tener muy en cuenta, pero siempre que le han pegado y ella se ha quejado, han creído lo que les han dicho otros niños, y me han dicho que el problema es la actitud de la niña".
"A mi hija la están acosando, y no lo digo yo, sino que lo dice el psicólogo que la ha atendido", ha dicho Manuela González, que se ha quejado de que no han sido atendidas sus peticiones de que la joven reciba una educación especial, "y entre otras cosas, haga un examen por partes, nunca entero, como los demás compañeros, y nunca se lo han permitido".
Una situación que "ni con papeles en las manos se lo han creído, y la han tratado simplemente como a una niña con poca vergüenza", hasta el punto de lamentar que "en una ocasión se orinaron en su mochila".
Sobre la posibilidad de cambiarla de centro educativo, Manuela González ha dicho que "esa no tiene que ser la solución al problema, la solución tiene que ser que adapten la enseñanza a sus necesidades especiales y eviten que los demás niños la maltraten y la acosen", además de señalar que su actual instituto "está al lado de mi casa, y el otro me coge en la otra punta del pueblo".
González ha decidido que su hija no vaya a clase mientras no cambie la actitud del centro, después de declarar esta semana en el juicio previo tras la denuncia de la doctora por la última paliza que recibió.