Anteriormente se habían situado macetas en las inmediaciones del Museo Joaquín Peinado y ahora se ha decidido continuar la actuación, que ha contado con una inversión municipal y también con la colaboración de algunas personas anónimas.
El concejal de Parques y Jardines, Rafael Flores, recordó que aunque esta iniciativa parte de esta Delegación, una vez instaladas las macetas serán los comerciantes y los vecinos de la zona, así como las religiosas de los conventos del casco antiguo, quienes se encargarán de regar las plantas y de su mantenimiento. “Así, con una reducida inversión, decoramos nuestra zona monumental, dándole un atractivo más a los rondeños que se pasean por estas recoletas calles, como a los miles de turistas que a diario pasan por ellas”.
La intención es la de seguir ampliando esta iniciativa a otras calles del conjunto histórico de la ciudad.