El barrio de San Miguel camina al fin hacia su rehabilitación
Los planes del Estado y la Junta destinan millón y medio de euros a siete calles y plazas del barrio
Zarza, Duende y Molino de Viento recibirán una inyección económica de 962.017 euros
El barrio de San Miguel va a ser uno de los espacios más beneficiados del centro histórico por la puesta en marcha de las distintas iniciativas de los gobiernos central y autonómico con el objetivo de dinamizar la actividad en el sector de la construcción. En concreto, el Fondo Estatal de Inversión Local y el Plan Memta van a destinar a San Miguel 1.621.711,24 euros, que se distribuyen en distintas actuaciones de reurbanización de calles y plazas.
?Muchos jóvenes se vienen a vivir porque no tienen otro sitio?El proyecto de mayor envergadura tendrá como objetivo la regeneración del entorno de las calles Zarza, Molino de Viento, Duende y Galván, al que se dedicarán 962.017,50 euros. El presidente de la asociación de vecinos Cruz Vieja, Rafael García, agradece esta inversión en uno de los espacios más degradados del barrio. “Veníamos reclamando una actuación así en estas calles, sobre todo porque el pavimento está en muy mal estado y ofrecen una imagen bastante negativa del barrio al visitante, al estar cerca de un lugar tan visitado como es el monumento de Lola Flores”, explica.
La intervención comprende la reurbanización de estas calles, renovando y actualizando los servicios de saneamiento, abastecimiento de agua, eléctrica, alumbrado público y telecomunicaciones. Además, contempla la sustitución del pavimento actual, dotándose a las calles de una plataforma única para peatones y vehículos.
Estas obras se prolongarán por espacio de unos nueve meses. Poco más de la mitad de este tiempo será necesario para completar las obras de reurbanización de la Plazuela. A este proyecto se destinarán 304.453,74 euros.
El primer objetivo de la actuación es resolver de forma adecuada un tráfico rodado que incide, atraviesa o confluye en este espacio, para lo que se va a construir una rotonda. El segundo, recalificar el espacio público situado en el frente a la capilla de la Yedra.
Y el tercero, situar en lugar principal del espacio público una estatua dedicada a La Paquera de Jerez.
El Plan Memta de la Junta de Andalucía recoge por el momento actuaciones de reurbanización en las calles Santa Clara (226.840 euros) y Santa Cecilia (128.400 euros), que vendrán a dar continuidad a las obras ejecutadas en los últimos meses en el entorno de la iglesia de San Miguel y que han afectado a calles como Barja o Santos, entre otras.
Rafael García espera que el Ayuntamiento presente también a la convocatoria autonómica de ayudas la reurbanización de la calle Sancho Vizcaíno, cuyo pavimento presenta un gran deterioro. De este modo culminaría la ejecución de la primera fase de reurbanización del barrio de San Miguel, que fue comprometida hace ya varios años por la extinta GMU. “Estamos contentos porque por fin se van a hacer estas obras, que eran muy necesarias para un barrio por el que pasan a diario muchos turistas”.
Las actuaciones que se van a poner en marcha al amparo de las iniciativas de los Gobiernos central y autonómico vienen a complementar las finalizadas el pasado mes de octubre. En aquella ocasión, las obras fueron ejecutadas con cargo a los fondos Feder, en el marco de la segunda convocatoria del Proyecto Maarifa, dentro de la Iniciativa Comunitaria Interreg III-A España-Marruecos.
La actuación contó con un presupuesto de 383.039,31 euros y se centró en la plaza de San Miguel y su entorno. El proyecto consistió en la eliminación de las barreras arquitectónicas, eliminándose los aparcamientos en superficie y acotando con bolardos la zona rodada.
Además, se dotó a la zona de una plataforma única para vehículos y viandantes, con un pavimento acorde con el entorno. Por último, se procedió a la sustitución y renovación de las instalaciones urbanas, estrenando de igual modo la zona mobiliario urbano (farolas, bancos, fuente, bolardos y papeleras). El arbolado también fue mejorado.
“Me gustaría que contaran con los parados del barrio”
El presidente de la asociación de vecinos Cruz Vieja, Rafael García, espera que la próxima ejecución de obras en el barrio pueda generar empleo en una zona habitada por familias de escasos recursos económicos. “Creo que no sería mala idea. Ya en una ocasión se hizo algo así y ahora entiendo que se podía hacer algo parecido. Espero que cuenten con los parados del barrio”, explica.
A nadie escapa que la actual coyuntura económica afecta de manera singular a los viejos arrabales de la ciudad. “La mayoría de la gente que vive aquí está atravesando muchos problemas. De hecho, los jóvenes vienen a vivir porque no pueden permitirse otra cosa. En las antiguas casas de vecinos hay muchos cuartos libres y ahí siempre es fácil meterse”, reconoce Rafael García.
El problema viene derivado en ocasiones del precario estado de conservación de esos inmuebles. “Claro que sigue existiendo mucha infravivienda, pero tampoco pueden hacer otra cosa. Si no tienen otro sitio para ir a vivir, qué van a hacer las criaturas”, se pregunta el presidente del colectivo vecinal.
Con todo, el barrio de San Miguel ha experimentado un cambio notable en los últimos años, gracias en buena medida a las iniciativas puestas en marcha por las diferentes administraciones para promover la rehabilitación de viejos caserones. “Como presidente de la asociación de vecinos me siento muy orgulloso de lo que se ha hecho en estos últimos años, con la ayuda de las administraciones y de los propietarios de esas fincas, que aprovecharon las ayudas para rehabilitar estas viviendas”, apostilla Rafael García.
Muchas de esas fincas han sido rehabilitadas con la intención de venderlas. Sin embargo, la crisis económica parece haber paralizado el negocio inmobiliario en la zona. “Ahora no se vende nada porque no hay dinero. El que tenga un poco de dinero puede venir a comprar lo que quiera, que lo va a encontrar”, subraya el presidente del colectivo vecinal.
?Muchos jóvenes se vienen a vivir porque no tienen otro sitio?El proyecto de mayor envergadura tendrá como objetivo la regeneración del entorno de las calles Zarza, Molino de Viento, Duende y Galván, al que se dedicarán 962.017,50 euros. El presidente de la asociación de vecinos Cruz Vieja, Rafael García, agradece esta inversión en uno de los espacios más degradados del barrio. “Veníamos reclamando una actuación así en estas calles, sobre todo porque el pavimento está en muy mal estado y ofrecen una imagen bastante negativa del barrio al visitante, al estar cerca de un lugar tan visitado como es el monumento de Lola Flores”, explica.
La intervención comprende la reurbanización de estas calles, renovando y actualizando los servicios de saneamiento, abastecimiento de agua, eléctrica, alumbrado público y telecomunicaciones. Además, contempla la sustitución del pavimento actual, dotándose a las calles de una plataforma única para peatones y vehículos.
Estas obras se prolongarán por espacio de unos nueve meses. Poco más de la mitad de este tiempo será necesario para completar las obras de reurbanización de la Plazuela. A este proyecto se destinarán 304.453,74 euros.
El primer objetivo de la actuación es resolver de forma adecuada un tráfico rodado que incide, atraviesa o confluye en este espacio, para lo que se va a construir una rotonda. El segundo, recalificar el espacio público situado en el frente a la capilla de la Yedra.
Y el tercero, situar en lugar principal del espacio público una estatua dedicada a La Paquera de Jerez.
El Plan Memta de la Junta de Andalucía recoge por el momento actuaciones de reurbanización en las calles Santa Clara (226.840 euros) y Santa Cecilia (128.400 euros), que vendrán a dar continuidad a las obras ejecutadas en los últimos meses en el entorno de la iglesia de San Miguel y que han afectado a calles como Barja o Santos, entre otras.
Rafael García espera que el Ayuntamiento presente también a la convocatoria autonómica de ayudas la reurbanización de la calle Sancho Vizcaíno, cuyo pavimento presenta un gran deterioro. De este modo culminaría la ejecución de la primera fase de reurbanización del barrio de San Miguel, que fue comprometida hace ya varios años por la extinta GMU. “Estamos contentos porque por fin se van a hacer estas obras, que eran muy necesarias para un barrio por el que pasan a diario muchos turistas”.
Las actuaciones que se van a poner en marcha al amparo de las iniciativas de los Gobiernos central y autonómico vienen a complementar las finalizadas el pasado mes de octubre. En aquella ocasión, las obras fueron ejecutadas con cargo a los fondos Feder, en el marco de la segunda convocatoria del Proyecto Maarifa, dentro de la Iniciativa Comunitaria Interreg III-A España-Marruecos.
La actuación contó con un presupuesto de 383.039,31 euros y se centró en la plaza de San Miguel y su entorno. El proyecto consistió en la eliminación de las barreras arquitectónicas, eliminándose los aparcamientos en superficie y acotando con bolardos la zona rodada.
Además, se dotó a la zona de una plataforma única para vehículos y viandantes, con un pavimento acorde con el entorno. Por último, se procedió a la sustitución y renovación de las instalaciones urbanas, estrenando de igual modo la zona mobiliario urbano (farolas, bancos, fuente, bolardos y papeleras). El arbolado también fue mejorado.
“Me gustaría que contaran con los parados del barrio”
El presidente de la asociación de vecinos Cruz Vieja, Rafael García, espera que la próxima ejecución de obras en el barrio pueda generar empleo en una zona habitada por familias de escasos recursos económicos. “Creo que no sería mala idea. Ya en una ocasión se hizo algo así y ahora entiendo que se podía hacer algo parecido. Espero que cuenten con los parados del barrio”, explica.
A nadie escapa que la actual coyuntura económica afecta de manera singular a los viejos arrabales de la ciudad. “La mayoría de la gente que vive aquí está atravesando muchos problemas. De hecho, los jóvenes vienen a vivir porque no pueden permitirse otra cosa. En las antiguas casas de vecinos hay muchos cuartos libres y ahí siempre es fácil meterse”, reconoce Rafael García.
El problema viene derivado en ocasiones del precario estado de conservación de esos inmuebles. “Claro que sigue existiendo mucha infravivienda, pero tampoco pueden hacer otra cosa. Si no tienen otro sitio para ir a vivir, qué van a hacer las criaturas”, se pregunta el presidente del colectivo vecinal.
Con todo, el barrio de San Miguel ha experimentado un cambio notable en los últimos años, gracias en buena medida a las iniciativas puestas en marcha por las diferentes administraciones para promover la rehabilitación de viejos caserones. “Como presidente de la asociación de vecinos me siento muy orgulloso de lo que se ha hecho en estos últimos años, con la ayuda de las administraciones y de los propietarios de esas fincas, que aprovecharon las ayudas para rehabilitar estas viviendas”, apostilla Rafael García.
Muchas de esas fincas han sido rehabilitadas con la intención de venderlas. Sin embargo, la crisis económica parece haber paralizado el negocio inmobiliario en la zona. “Ahora no se vende nada porque no hay dinero. El que tenga un poco de dinero puede venir a comprar lo que quiera, que lo va a encontrar”, subraya el presidente del colectivo vecinal.
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