Y es que el centro está de fiesta, pues cumple 25 años de servicio al barrio. Una barriada, la de Juan Carlos I, que precisamente se creó a la vez que el colegio, algo que ocurría por primera y única ocasión en la localidad. Se construyó en un extremo del pueblo, al final del Barrio Bajo, en el solar donde antiguamente había una cantarería; una zona conocida como Riofrío, de ahí el nombre del centro.
Como todo en esta vida, los comienzos fueron difíciles, sobre todo teniendo en cuenta que las familias llegaron a la nueva barriada procedentes de diferentes puntos de Arcos y, por ende, los alumnos provenían de diversos centros. “Cada uno traía sus normas y costumbres, por lo que fuimos amalgamando como se pudo hasta conseguir una unidad, y lo mismo pasó con el barrio”, cuenta la directora, Charo Gigirey, la única profesora que se mantiene desde los inicios. Poco a poco fueron dando forma y estilo propio al colegio Riofrío, que empezó incompleto, pues el primer curso sólo impartió hasta sexto de EGB.
Así, comenzaron ocho profesores, más Manuel el portero, y una limpiadora. Charo y Manuel son los únicos que continúan desde entonces, a los que se sumó el profesor Luis Agar desde el segundo curso. Sin embargo, el profesorado de Riofrío siempre ha sido bastante estable, lo que contribuye a la continuidad en las líneas de trabajo y a que el ambiente del centro sea aún más familiar. Y es que al ser un colegio pequeño -no llega a los 200 alumnos- creado de la mano a un barrio, prácticamente todos se conocen, sobre todo ahora que empiezan las segundas generaciones, padres que fueron alumnos y abuelos que fueron padres.
De los diez trabajadores iniciales se ha pasado a una plantilla actual de 30 personas, entre profesores, monitores y demás profesionales que han contribuido a mejorar la calidad y servicios del centro. Han sido muchos los profesores que con su esfuerzo han dejado huella en Riofrío, con un recuerdo especial para Pepe Gaona.
Riofrío también fue pionero en la aplicación de la jornada intensiva de mañana desde el curso 88/89, apostando por destinar las tardes a actividades extraescolares. La medida acarreó su controversia, pero poco a poco se ha impuesto no sólo en Arcos, sino en toda Andalucía. Las tardes se dedicaban entonces al desarrollo de un proyecto de innovación pedagógica de salud, en el cual se incluía desde la prevención de accidentes, alimentación, higiene corporal o salud mental y ambiental, programas que han continuado en el tiempo aunque con un cambio de formato, pues ahora se llevan a cabo desde proyectos educativos de la Junta.
Del mismo modo, mucho antes de que existiera el Plan de Apertura de Centros de la Consejería, el colegio Riofrío ya estaba abierto al barrio. A lo largo de estos 25 años sus instalaciones han estado disponibles para el uso y disfrute de los vecinos, caso de la biblioteca, que estuvo varios años abierta por las tardes tanto para uso individual como para la realización de talleres de lectura; utilizándose también para impartir cursos, como sede para las reuniones de asociaciones de vecinos y mujeres del barrio, o para el oratorio de la asociación juvenil Anais, que todavía hoy continúa.
Desde el curso 94/95 se creó el Trofeo María Auxiliadora de Futbito, como una forma de integrar el colegio en el barrio, haciéndolo coincidir con las fiestas vecinales. Poco a poco se ha ido mejorando, ampliándolo a la modalidad femenina desde el curso 04/05. Después llegó el proyecto de la Consejería El deporte en la escuela, con actividades deportivas todas las tardes para el alumnado de Primaria.
El colegio también puede presumir de ser el primero en implantar Infantil de tres años en Arcos, con la creación además de un aula de psicomotricidad. Y ahora que está tan de moda la paridad, Riofrío tuvo el primer equipo directivo de la ciudad formado íntegramente por mujeres y quizás la primera presidenta femenina de la asociación de padres, algo que ahora suele ser la norma.
El centro se ha adaptado a los tiempos que corren y, como tal, no podían faltar dos pilares básicos para la sociedad del siglo XXI, las nuevas tecnologías y el plurilingüismo. Riofrío es centro bilingüe, una iniciativa muy bien recibida por profesores y alumnos, y tiene el compromiso del delegado provincial de Educación, Manuel Brenes, de ser TIC el próximo curso. A ello se suma la incorporación en este curso del comedor escolar, adaptando así sus servicios al crecimiento y necesidades actuales del barrio.
Conmemorando la efeméride
Aunque los niños se ilusionan con cualquier proyecto que se les presente, el de celebrar el cumpleaños de su colegio ha sido muy bien acogido. Como primera actividad en este 25 aniversario se organizó el concurso Mi Colegio, al que los alumnos presentaron sus dibujos, relatos e incluso entrevistas a profesores. Ha sido una buena forma de dar a conocer la historia del centro a los escolares, al tiempo que ha refrescado a los padres sus recuerdos de la infancia.
Entre las actividades previstas se celebrará una nueva edición del Trofeo María Auxiliadora, mejorándolo con nuevas equipaciones y premios, y no se descarta una actividad conjunta con la asociación de vecinos, que también cumple años a la vez. Y para que quede en la posteridad, Riofrío ha estrenado himno en su 25 aniversario, que deseamos sea cantado por muchas nuevas generaciones.