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Entre la exquisitez y la nostalgia

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Desde aquí quiero felicitar a la Hermandad de La Viga y en concreto a su grupo de mayordomía y a todo aquel hermano que haya aportado su granito de arena, por el maravilloso besapiés del Santísimo Cristo de la Viga que contemplé el pasado domingo en la Santa Iglesia Catedral. 


Desde que accedí a su interior comprobé enseguida la exquisitez de su montaje al que, por cierto, no le faltó ningún tipo de detalle. En primer lugar, respiré una gran paz y tranquilidad invitado por el incienso que envolvía el lugar y que, con luz tenue, me hizo perder por unos segundos la noción del tiempo. 

Al acercarme por la nave del evangelio quedé gratamente sorprendido con lo que vi. En el centro del referido besapiés se encontraba, con un foco iluminando el rostro, el gótico doliente, en posición vertical y escoltado a ambos lados por jarras cónicas a doble altura con claveles rojos. Junto a una de ellas, un importante número de cirios encendidos, color tiniebla, alumbraban el guión de la hermandad. 

Tras el crucificado se encontraba la imagen venera de San Juan de Dios (realizada en su día con restos de radiografías del Hospital San Juan Grande) y otra cantidad de cirios tiniebla a las plantas de la imagen de Nuestra Señora del Socorro que, bajo dosel y adornada con jarras con claveles blancos, resaltaba esta bella composición digna de elogios. 

Ese mismo día también tuve la oportunidad de ver en la Capilla del Calvario el besapiés de la imagen del Santo Entierro de Nuestro Señor Jesucristo. Durante los minutos que lo estuve observando recordé con nostalgia aquellos Viernes Santo en los que esta cofradía era acompañada en su estación penitencial por las demás hermandades vestidos con sus túnicas de nazarenos y todavía no he llegado a entender por qué actualmente no se sigue realizando. 

No sé si a estas alturas sería viable recuperar la presencia de las túnicas en ese acompañamiento, pero es una pena no hacerlo y que los niños y niñas de nuestra ciudad no conozcan el colorido tan especial que llevaba este cortejo en su recorrido de ida hacia la Catedral. Dicen que cualquier tiempo pasado fue mejor. Ojalá regresaran algunas tradiciones perdidas…

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