No voy a decir nada nuevo si digo que se han perdido las ideologías. No es que la gente no tenga mayoritariamente una ideología clara, que eso siempre ha ocurrido y siempre ha dejado de ocurrir. Esto es, que siempre ha habido gente con su ideología clara pero nunca las suficiente para ser mayoritarios, porque las mayorías de los gobiernos que han pasado por la Moncloa han necesitado de los que no tienen ideologías definidas o de los que tienen otras ideologías para gobernar.
Se hanperdido las ideologías en los partidos políticos y al día de hoy todos obedecen a los intereses propios o ajenos que en la inmensa mayoría de los casos no coinciden con los de la gente que los vota, que son la gente que tiene la misma ideología y no son del partido; los que son del partido y los que no tienen la misma ideología pero les han prometido que van a hacer una serie de cosas que los convence. Como Rajoy con los impuestos.
Los ciudadanos, desde hace por lo menos veinticinco años cuando dejamos de ser críticos y vimos que lo mejor era disfrutar del desarrollo del país y poner y quitar políticos cada cuatro años y allá que se avíen ellos resolviendo nuestros problemas, desde entonces, decía, hemos entregado todo el poder a los políticos y los políticos lo han aprovechado para crer unas maquinarias inmensas que se han apropiado de las ideologías que nosotros les depositamos por comodidad y las han vendido a otras grandes maquinarias más grandes que los partidos que son las que hacen y deshacen a su antojo e intereses. Y que nos dicen que estamos en quiebra un año y al año siguiente que está entrando el dinero en camiones.
Nosotros entregamos nuestras ideologías a los partidos por comodidad y la comodidad nos ha dejado sin ideologías. Salvo a los que están en los partidos y mantienen sus ideologías, aunque ya no sea la ideología del partido. Los demás que están en los partidos ya se saben qué es lo que tienen.
Pero no estamos perdidos. Todavía no. Las ideologías es algo que se recupera con compromiso individual, primero y colectivo, después. Y hasta que no las recuperemos no estaremos seguros de que somos nosotros los que movemos y elegimos nuestro destino blanco sobre negro.
Necesitamos ideologías que echen a los que están ahora para que entren otros que nos garanticen nuestras ideologías, aunque luego haya que echar a los nuevos porque han hecho lo mismo que los viejos. Tiempo que hemos ganado mientras tanto.
Y tenemos en los próximos tres años tres oportunidades de demostrar que hemos dejado a un lado la comodidad y nos hemos puesto el traje de faena para hacer que la política renazca de sus cenizas. Por que si no lo hacemos nosotros, los que están no lo harán. Ténganlo por seguro.
