Mientras prosigue el debate en torno a las competencias de cada administración, el Ayuntamiento de Arcos asiste perplejo a la falta de actuación por la caída de una cornisa en el colegio Riofrío, una situación que afecta al alumnado, que no puede cruzar con normalidad al patio. Y lo peor, los daños proceden de una cubierta posiblemente en muy mal estado que ahora ha dado la cara con elementos oxidados. El desprendimiento de la cornisa de uno de los lados del edificio, además de revestir el lógico peligro para alumnos y profesores, podría tirar del forjado, de ahí que la reparación se antoje urgente.
La Delegación de Urbanismo no entiende que exista una ley de la Consejería de Educación que obligue a los ayuntamientos a costear los trabajos que no superen el cincuenta por ciento del valor catastral del edificio, en este caso de unos 600.000 euros según las indagaciones del titular de la Delegación, Manuel Erdozain, ante el Catastro. En este sentido, se cuestiona si el Ayuntamiento tiene que afrontar obras que podrían ser muy costosas, de ahí que dijera sentirse en situación de “indefensión” ante la supuesta norma educativa de la Junta.
Erdozain agradeció la paciencia estoica de la comunidad educativa del colegio, pero también lamentó el estado que sufren otros colegios como el CEIP San Francisco, cuyo director hubiera trasladado esta semana al Ayuntamiento nuevos problemas de filtraciones de agua en las aulas como consecuencia del estado de las cubiertas. Además, recordó los casos de los colegios Juan XXIII y Vicenta Tarín, entre otros que necesitan una reparación mayor o menor.
En el lado político, volvió a lamentar que la reciente visita de la delegada territorial de Educación tuviera por escenario la sede del PSOE y no una reunión con el Ayuntamiento y la comunidad educativa. Así, hubiera sido deseo del Gobierno recordar a la delegada que tiene sobre la mesa varios proyectos de reparación que atender y que les fueron remitidos hace meses, sin que el Ayuntamiento haya obtenido una respuesta.
Erdozain aseguró que trasladará la situación de la red de centros a las comunidades educativas con el ánimo de denunciarla y de buscar posibles soluciones. Por lo pronto, y respecto al colegio Riofrío, el Ayuntamiento asumirá un posible proyecto para la reparación de las instalaciones, de cuyo estado dio fe la propia directora del centro, Charo Gigirei.
