Persan, la empresa líder del sector del detergente en el mercado español, facturó 358 millones de euros en 2013, con un beneficio antes de impuestos de 34,7 millones de euros y de 24 millones después de impuestos.
La facturación ha aumentado el 4,3 %, pero la compañía repite el beneficio del año anterior, siguiendo su política de contención de beneficios y aumento de las inversiones y de su plantilla, según ha informado la empresa en un comunicado.
La inversión total durante el pasado año fue de 18,6 millones y se terminó de construir y se puso en marcha un almacén automático de 200.000 metros cúbicos para 40.000 palés, un nuevo laboratorio de I+D de 850 metros cuadrados en el que trabajan 60 especialistas, y dos nuevas líneas de envasado de alta tecnología.
La empresa tenía más de 700 empleos al cierre del ejercicio de 2013, un 14 % más que un año antes y una cuarta parte de la plantilla está formada por titulados universitarios.
El centro del negocio sigue siendo la alianza con Mercadona, una colaboración que se plasma en una mejora constante de la calidad a un precio cada día más competitivo.
Desde que empezó la crisis, Persan ha duplicado su negocio exterior, ya que en ese periodo, desde 2008, las inversiones en la factoría alcanzaron los 74,3 millones de euros, las ventas han aumentado un 30 %, la plantilla en un 23 % y los salarios subieron un 17 %, mientras que el beneficio se redujo en un 11 %.
Sus instalaciones ocupan una extensión de 75.000 metros cuadrados, lo que la convierte en la fábrica más grande de Europa y la segunda del mundo.
