La alta repercusión que los acontecimientos económicos, políticos y sociales proyectan sobre el mercado bursátil y la incidencia de estos factores sobre las cotizaciones de las acciones y, en consecuencia, sobre los rendimientos bursátiles, es tan determinante que, muchas veces, sobrepasan las valoraciones de los datos fundamentales concernientes a cada sociedad cotizante e incrementan el riesgo inherente a este mercado. De otro lado, la dinámica de aquellos factores es tan continua, variada y compleja que origina que los índices queden supeditados a la eventualidad de estos acontecimientos provocando que en la misma sesión se produzcan alteraciones sustanciales que pueden suponer diferencias ostensibles en los precios de los valores dando lugar a un fenómeno que hemos denominado como volatilidad. Por tanto, la volatilidad de los mercados es definida como la frecuencia e intensidad de los cambios aleatorios e impredecibles del precio del valor de un activo. Una de sus principales características es que está conceptuada como un factor negativo para la estabilidad de los mercados porque representa incertidumbre y riesgo añadido y es capaz de interceptar la tendencia del precio de un activo. En su última intervención el Sr. Draghi, Presidente del BCE., ha alertado de una manera especial del incremento de la volatilidad que ahora está afectando a los mercados financieros añadiendo que esta será la tónica de los próximos meses. Los motivos que aduce para hacer esta premonición son de diversa índole. Entre otros escenarios, la prevista revisión de la reserva Federal sobre la continuidad de los bajos tipos de interés, la incertidumbre que genera la situación de Grecia, los conflictos geopolíticos, el contravalor del euro respecto del dólar, la consolidación de la recuperación de la economía y la estabilidad de la inflación de la zona euro supeditadas a los resultados de los efectos de las profundas medidas implementadas por el BCE, son destacados como aspectos que pueden contribuir a alterar la estabilidad global.
Sin embargo, también ha hecho referencia a otros asuntos que considera como muy positivos y que pueden contrarrestar la influencia negativa de los señalados anteriormente. Me refiero concretamente el compromiso del propio BCE de mantener sus políticas monetarias hasta conseguir los objetivos deseados, la positiva tendencia progresiva que están señalando los datos macros sobre la recuperación de la economía de la zona y el mejor comportamiento de la inflación, la mejora de la competitividad provocada por el la devaluación del euro, la estabilidad de los precios del petróleo tras la decisión de la OPEP de mantener la producción, y, por último, el mejor ritmo de crecimiento de la economía global.
En definitiva, el Sr. Draghi, aún reconociendo aspectos que pueden interferir en los buenos atisbos de actividad económica, también alerta de que se seguirán produciendo amplios e inevitables vaivenes en los mercados.