El director de este centro sanitario, Héctor Entrambasaguas, explica que el curso, que está formado por ocho sesiones repartidas en cuatro meses, pretende establecer hábitos saludables a través de dietas hipocalóricas “muy fáciles de llevar” basadas en comida mediterránea. Entrambasaguas insiste en que el objetivo es “enseñarles a comer y que conozcan las calorías de cada alimento”.
El perfil de los participantes del curso es el de una persona con obesidad leve, con un índice de masa corporal no superior a 32 -el máximo está situado en 25-. Son dieciséis personas que deberán perder siete puntos en su índice para recuperar su peso ideal. “Están reaccionando muy bien y algunos ya han conseguido perder los kilos que le sobraban”, resalta Entrambasaguas.
Debido al gran número de peticiones que ha recibido el centro, su director ha decidido celebrar dos cursos al año: en marzo y en septiembre. La selección de los participantes la llevarán a cabo los médicos de familia del centro.
Cuando concluya el curso, el objetivo es contar con un conjunto de menús distintos y variados para todos los participantes, para así “no tengan que repetir y se aburran, que es el principal riesgo de las dietas tradicionales”, según Entrambasaguas.