Depende de cada caseta, porque mientras hay algunas que están llenas todos los días, también ha otras que sólo en la noche del miércoles o en la del jueves pudieron salvar algo de la inversión realizada. Unos ingresos que deberán repetirse al menos durante dos días más para que la inversión realizada por los caseteros no tengas pérdidas. Y es que al pago de lo que supone la caseta, hay que añadir el costo, la instalación eléctrica, el seguro de responsabilidad civil, la decoración, el personal y los guardias de seguridad, en el caso de las casetas de copas.
En La Magdalena hay casetas que disfrutan de talleres de baile, con una gran participación del público. No obstante, los isleños han lamentado un año más la proliferación de casetas discotequeras y sobre todo de la pérdida de las tradicionales sevillanas, cada vez menos vistas en un Ferial donde predominan las orquestas y la música de moda.
Y para que no falta de nada, el viento de levante mostró sus credenciales para acompañar los últimos compases.