El tiempo en: Málaga
Publicidad Ai
Publicidad Ai

La tribuna de El Puerto

La participación

Los que se dan golpes en el pecho defendiendo la participación la negaron cuando las ideas políticas son las de otros

Publicidad Ai
Publicidad AiPublicidad Ai

Me comentaba el otro día una asociación muy conocida en la vida municipal que, para su asombro, se les había denegado poder participar en un pleno del Ayuntamiento y que se veían discriminados frente al criterio que se había seguido en casos similares.

Pudieron finalmente exponer su problemática  ya que, puestos en contacto con algunos concejales, el concejal de la oposición no adscrito, Carlos Coronado, se brindó a prestarles la cobertura necesaria presentando él su moción.

La situación como concejal no adscrito tiene, como todo en la vida, su parte positiva y su parte negativa. Como positivo, permite decidir por uno mismo lo que a su entender es mejor para el municipio, y no que venga uno que vale menos que un pimiento a decirle a todo el grupo lo que hay que votar.

Permite además hacer el tipo de oposición que a uno le parezca mejor. Hay momentos en la vida municipal que merecen, por su dificultad, arrimar el hombro, y eso sólo se puede hacer en la práctica cuando no se está mediatizado por un partido político que tiene intereses mas a allá.

Tiene como parte negativa la soledad. Uno está para todo, para todos los puntos del pleno, para los económicos y para los urbanísticos, para los de bienestar social y para los de política nacional que muchas veces se cuelan en sede municipal. Y saber de todo requiere muchos esfuerzos. Si no se cuenta con un  equipo que apoye a la persona visible, la realidad es que esa labor se puede hacer cuesta arriba.

El caso de Carlos Coronado tiene su mérito ya que la falta de apoyo en su día de uno de los grupos de la oposición y el voto en contra de los que conformaban el equipo de gobierno, en aquel momento Levantemos incluido, provocó que se le quitara la condición de Grupo Municipal, y perdiera el derecho a la secretaría de grupo, que tanto facilita el trabajo de los concejales.

Los que se dan golpes en el pecho defendiendo la participación la negaron cuando las ideas políticas son las de otros.

La falta de grupo municipal provoca tener la mitad de tiempo para defender los temas en el pleno, y tener derecho a presentar una sola moción por pleno. Si se adhiere a una moción conjunta se queda sin posibilidad de presentar una propia.

Pero a pesar de ello, Carlos Coronado pone la que le corresponde al servicio de la participación de las asociaciones o problemas portuenses que lo necesiten.

Al final, eso es lo importante, trabajar para los ciudadanos. Y viendo algunas de las mociones que presentan los grupos, mejor es tener una pero “aprovechadita” que muchas pero de relleno. n

TE RECOMENDAMOS

ÚNETE A NUESTRO BOLETÍN