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Reta al club a contarlo todo

Beto insiste en que el club todavía no le ha dicho a su representante que no cuenta para el Recreativo y pide a Alfonso Serrano que le diga "a la cara" que no sirve para jugar en el Decano.

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  • Beto -
  • El portugués pide al secretario técnico que hable con su representante y deje ?los mensajes por terceros?
  • El central tiene claro que se irá cobrando su contrato
La historia de Beto ni es nueva ni sorprende a nadie. Su calidad futbolística es tan incuestionable como los muchos problemas físicos, personales y de disciplina que arrastra desde que llegara a Huelva hace tres temporadas desde el Girondins.
?Yo no dije que era una locura jugar en el Recre, sino en Segunda. No tengo porqué desdecirme: sólo tengo palabras de agradecimiento para el club. Todos vamos en la misma línea.Cuando me vaya lo haré por la puerta grande", Javier Camuñas. Con el equipo en Primera División, la valía deportiva del luso lograba tapar su irregularidad y sus problemas físicos, pero con el equipo en Segunda se ha convertido en un problema, quizás el más importante que tiene el Recreativo ya que cobra casi un millón de euros por temporada, es decir, una sexta parte del prepuesto de la campaña o un tercio de lo que recibirá el Decano en derechos de televisión en Segunda. El lastre de mantenerle en la plantilla, incluso en su mejor momento, es tan grande que el Recre busca cualquier salida para quitárselo de encima.
“Si no tengo valor para jugar en el Recreativo, que me lo digan en la cara”, se defendió ayer Beto de las acusaciones veladas (campaña de medios afines al consejo de administración del club) y directas (Alfonso Serrano) de no entrenarse con la intensidad propia de un profesional. “Yo entreno como entreno”, añadía retador a las preguntas de los periodistas en sala de prensa. “Cada uno sabe de sí mismo. Yo sé mis motivos”, añadía el defensa.
Y seguía con su lista de reproches. “ Si tienen prisas para que me vaya, tendrán que decírmelo a la cara, pero a mi representante no le han dicho nada todavía. Es el club el que no quiere contar conmigo, que Alfonso (Serrano) cuente toda la verdad y no hable a través de terceros”.
Hombre de carácter, dentro y fuera de los terrenos de juego, Beto se niega a aceptar el papel del malo de la película, después de haberlo asumido cuando los servicios médicos no supieron darle una solución para sus problemas de pubis o de haber visto publicadas sus problemas personales en temporadas anteriores. “El club no me ha fallado de momento, pero yo no soy una mercancía. Los jugadores no somos mercancías con las que se negocia”, remarcó. Las historias casi siempre tienen dos caras.

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