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La tribuna de Viva Sevilla

Las naranjas amargas de Sevilla

Por Valeriano Ruiz Hernández. Catedrático de Termodinámica de la Universidad Hispalense

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Por Valeriano Ruiz Hernández. Catedrático de Termodinámica de la Universidad Hispalense

Estoy viendo estos días (mediados del mes de enero de 2018) las calles de Sevilla (y de los pueblos de alrededor, incluido Mairena del Aljarafe) con grandes cantidades de naranjas en el suelo, machacadas por los coches y los peatones que circulan por ellas.

Me produce un gran escándalo ver que no se recogen porque pienso que esas naranjas tienen, además de valor económico, valor energético que se está dilapidando. Y, la verdad, no entiendo por qué. Supongo que es porque alguien que otros años las recogía y las comercializaba ya no lo hace por razones que desconozco. Pero entiendo que son un bien público y que los responsables de ese bien deberían ocuparse de recogerlas y sacarles el máximo beneficio económico y social (algunos puestos de trabajo dará el recogerlas, digo yo).


Todavía recuerdo de mi época de alcalde de Mairena del Aljarafe (1987-1991) que días antes de las Navidades Pepe “el municipal” (el policía local más antiguo y querido de Mairena, Don José Olivar) me decía: “¿recogemos las naranjas? porque si no, los muchachos se las tiran unos a otros en las fiestas y ponen perdidas las calles”. Obviamente, él se ocupaba de todo y se aprovechaban aquellas naranjas, supongo yo que -al final- para hacer las célebres mermeladas de naranja amarga, no sé si en Inglaterra o en otro sitio. Lo cierto y verdad es que no estaban por el suelo y se les sacaba un beneficio, incluido el económico.

Supongo que esas naranjas tienen bastantes aprovechamientos, incluido el citado de las mermeladas pero también como residuo energético que podría ser bien empleado. Sólo falta que alguien se preocupe y se ocupe del asunto como hacía en Mairena del Aljarafe mi recordado y querido Pepe.

 

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