Recuerdan aquello del “Efecto Mariposa”? Les suena, ¿verdad? En realidad el “Efecto Mariposa” es un concepto de la Teoría del Caos que contempla como dos escenarios idénticos evolucionan de diferente manera si en uno de ellos introducimos un elemento diferenciador…o algo así, permítanme que les lea sólo hasta ahí. Si el “Efecto Mariposa” se formuló como una pregunta que inquiría si el aleteo de una mariposa en Brasil era capaz de provocar un tornado en el estado de Texas, de igual modo me atrevo a preguntar qué efecto tiene en el mundo real el “leve aleteo” de la burocracia en la Administración Pública. El efecto de la dichosa mariposa, me temo, se torna devastador en la Administración Pública.
Una licencia que se atrasa, un pago que se dilata o una factura que se devuelve; cualquiera de ellas es causa de un efecto del que, en ocasiones, la Administración no es ni consciente. El emprendedor obligado a afrontar el alquiler de un local cerrado porque la licencia de obras no llega o el mismo ejemplo de la FLAVE que en estos días denunciaba que se veía obligada a cerrar sus puertas a consecuencia de la poca agilidad en pago de nuestra administración local.
Contrariedad, dicho sea de paso, subsanada a estas alturas pero que podría haber supuesto que una persona pasara a engrosar las listas del desempleo. Una, sí: una. Una familia con sus necesidades e inquietudes. Pero una sola víctima de la burocracia, permítanme que les diga, es mucho.
¿Quién de ustedes no ha oído lo de la alfombra? Sí, lo de “la alfombra roja”. Todos recurrimos a la alfombra roja cuando aludimos al emprendedor: “¡Al que venga a invertir, alfombra roja!”. Verán, por mi profesión he visto “muuuchas” alfombras rojas y, ¿saben cómo acaban las alfombras rojas al cuarto de hora? Negras y pisoteadas. Tal y como se van muchos inversores de nuestra ciudad. Al emprendedor hay que llevarlo de la mano, acompañarlo desde la puerta hasta que se va con su documentación debajo del brazo. No queremos una administración bonita, con alfombras.
Queremos una administración eficaz… y de eso… que cada palo aguante su vela. La burocracia tiene como objeto el orden. Y el orden debe ser eficaz, incluso eficiente; no sinónimo de lentitud y falto de eficacia.
La burocracia debe ser una herramienta de orden que la Administración despliegue para que el ciudadano se desenvuelva en sociedad. Sin embargo, en muchas ocasiones, nos encontramos con un ente falto de empatía y generador de obstáculos con el que tememos darnos de bruces. ¿Efecto Mariposa?
Dejemos a la dichosa mariposa para la Teoría del Caos y afanémonos por recuperar la sensatez. Que el aleteo de las alas de una mariposa no provoque tornados y que sólo nos recuerde a una película de principios de siglo que protagonizaba un actor, por cierto, casado con aquella sargento de hierro… ¿cómo se llamaba? No, no era Margaret.
