Javi Varas; Konko, Squillaci, Escudé (Chevantón, m.78), Fernando Navarro; Duscher (Diego Capel, m.59), Zokora; Jesús Navas, Renato, Perotti (Koné, m.70); Negredo.
RCD Espanyol
Kameni; Pillud, Nico Pareja, Forlín, D. García; Moisés, Nakamura (De la Peña, m.52); Luis García, Verdú (Roncaglia, m.62), Callejón; Iván Alonso (Sahar, m.84.
Árbitro:
Javier Turienzo Alvarez. Expulsó, por doble amarilla a Nico Pareja (m.60).
Incidencias: Partido disputado en el Ramón Sánchez Pizjuán ante 40.000 espectadores.
El guardameta camerunés Kameni fue el muro del Espanyol en el que el Sevilla se estrelló en casa, en un partido (0-0) con juego brillante de los sevillistas, pero en el que se mostraron ineficaces para batir a un meta inspirado.
Sevilla y Espanyol protagonizaron una entretenida primera parte, con mayor dominio de los sevillistas, que tuvieron a Jesús Navas su punta de lanza y el incordio y pesadilla constante para la zaga catalana. No obstante, pudo adelantarse el Espanyol, en el minuto 2, en un contragolpe protagonizado por Luis García.
Replicó el Sevilla a los 4 minutos, en balonazo de Jesús Navas, desde lejos, que trató de sorprender a Kameni, pero el camerunés hizo un alarde de elasticidad y reflejos para despejar.
Kameni fue otra vez el salvador del Espanyol, ya a los 23 minutos, en lanzamiento de falta del argentino Perotti, al volar a la escuadra derecha de su marco para mandar el balón a córner.
La última clara ocasión de la primera mitad la tuvo también el argentino Perotti, pero Kameni, por enésima vez, neutralizó el peligro, ahora con una parada en dos tiempos.
Luego, en la segunda mitad, volvió a controlar el Sevilla ante un Espanyol con buenas maneras y bien posicionado, pero con escasa producción atacante.
La salida a la cancha del canterano Diego Capel produjo efectos negativos para el Espanyol, porque en la primera jugada propició la expulsión del argentino Nico Pareja, por doble amarilla.
Mauricio Roberto Pochettino, técnico del Espanyol, prefirió cerrar filas con la entrada al campo de su compatriota Roncaglia, en sustitución del creador Verdú, porque antes había puesto en liza a Iván de la Peña para controlar el centro del campo.
Pudo sonar la flauta para el Espanyol en el ocaso del partido, en contragolpe con cesión de De la Peña a Callejón, quien cruzó demasiado. En la réplica, Koné erró lo inimaginable a pocos metros del portal del Espanyol.
