Recordemos, sin embargo, las lacerantes imágenes de ver esposados a concejales del Partido Popular, haciéndoles pasar por las "horcas caudinas", esposados de dos en dos, para que fuesen vilipendiados por sus vecinos y explícitamente grabados por las cámaras y los fotógrafos "adecuadamente" ubicados. El objetivo era claro: mostrar sus caras mal afeitadas y desencajadas, la podredumbre del paso por los juzgados tras una noche entre el “catre” y las declaraciones, para que al día siguiente mostraran sus "miserias" ante los ojos de España entera, y se asociara esa instantánea a los concejales populares. Había que evidenciar la celeridad y contundencia con que la Justicia actuaba, claro que circunscrito, al parecer, a los casos de corrupción realizados por los concejales del PP, para dar tiempo a que algunos vecinos, no sabemos si previamente aleccionados y avisados, pudiesen exclamar aquello de "chorizos, sinvergüenzas, ladrones", y una retahíla de insultos que, indefectiblemente, quedarían unidos a la corrupción protagonizada desde "la derecha corrupta". Algo ha debido cambiar ahora. Ni una foto de detenidos, ni paseíllo para los veinte detenidos en El Ejido ni instantánea para el alcalde socialista de Santa Coloma o los antiguos consejeros y hombres fuerte de Jordi Puyol. El motivo no está claro. Puede tratarse de una consecuencia de la reacción mediática que hubo hace unos meses en protesta por el tratamiento de los detenidos, que claramente era peor que el dispensado a los terroristas y asesinos de ETA. Incluido el que se le dispensó a De Juana. Aquellos concejales del PP de Baleares fueron tratados como animales, a pesar de lo cual nadie pidió perdón. Ni siquiera disculpas. Hicieron dimitir a un comisario, fue la única medida adoptada. Ahora todo ha cambiado. Se ha dado un trato humano a los detenidos. Quiero pensar que la cordura ha imperado en los responsables de la policía y la Justicia. Porque sería lamentable, y terrible, que el motivo fuese que hay dos varas de medir, en función de si los detenidos son socios de gobierno del PSOE, como Juan Enciso en la Diputación, cargos socialistas, o ‘intocables’ de CIU.
Algo debe haber cambiado en cuanto a las consignas recibidas a raíz de las detenciones de los últimos días por supuesta corrupción urbanística. Me refiero a los casos que han estallado o se han destapado en El Ejido y en Santa Coloma de Gramanet. En los dos nuevos casos que han salpicado la actualidad política, no hemos visto ni una sola foto o imagen de ninguno de los muchos detenidos a la salida de los respectivos ayuntamientos, ni en el traslado a los juzgados ni de su ingreso en la cárcel.
Recordemos, sin embargo, las lacerantes imágenes de ver esposados a concejales del Partido Popular, haciéndoles pasar por las "horcas caudinas", esposados de dos en dos, para que fuesen vilipendiados por sus vecinos y explícitamente grabados por las cámaras y los fotógrafos "adecuadamente" ubicados. El objetivo era claro: mostrar sus caras mal afeitadas y desencajadas, la podredumbre del paso por los juzgados tras una noche entre el “catre” y las declaraciones, para que al día siguiente mostraran sus "miserias" ante los ojos de España entera, y se asociara esa instantánea a los concejales populares. Había que evidenciar la celeridad y contundencia con que la Justicia actuaba, claro que circunscrito, al parecer, a los casos de corrupción realizados por los concejales del PP, para dar tiempo a que algunos vecinos, no sabemos si previamente aleccionados y avisados, pudiesen exclamar aquello de "chorizos, sinvergüenzas, ladrones", y una retahíla de insultos que, indefectiblemente, quedarían unidos a la corrupción protagonizada desde "la derecha corrupta". Algo ha debido cambiar ahora. Ni una foto de detenidos, ni paseíllo para los veinte detenidos en El Ejido ni instantánea para el alcalde socialista de Santa Coloma o los antiguos consejeros y hombres fuerte de Jordi Puyol. El motivo no está claro. Puede tratarse de una consecuencia de la reacción mediática que hubo hace unos meses en protesta por el tratamiento de los detenidos, que claramente era peor que el dispensado a los terroristas y asesinos de ETA. Incluido el que se le dispensó a De Juana. Aquellos concejales del PP de Baleares fueron tratados como animales, a pesar de lo cual nadie pidió perdón. Ni siquiera disculpas. Hicieron dimitir a un comisario, fue la única medida adoptada. Ahora todo ha cambiado. Se ha dado un trato humano a los detenidos. Quiero pensar que la cordura ha imperado en los responsables de la policía y la Justicia. Porque sería lamentable, y terrible, que el motivo fuese que hay dos varas de medir, en función de si los detenidos son socios de gobierno del PSOE, como Juan Enciso en la Diputación, cargos socialistas, o ‘intocables’ de CIU.
Recordemos, sin embargo, las lacerantes imágenes de ver esposados a concejales del Partido Popular, haciéndoles pasar por las "horcas caudinas", esposados de dos en dos, para que fuesen vilipendiados por sus vecinos y explícitamente grabados por las cámaras y los fotógrafos "adecuadamente" ubicados. El objetivo era claro: mostrar sus caras mal afeitadas y desencajadas, la podredumbre del paso por los juzgados tras una noche entre el “catre” y las declaraciones, para que al día siguiente mostraran sus "miserias" ante los ojos de España entera, y se asociara esa instantánea a los concejales populares. Había que evidenciar la celeridad y contundencia con que la Justicia actuaba, claro que circunscrito, al parecer, a los casos de corrupción realizados por los concejales del PP, para dar tiempo a que algunos vecinos, no sabemos si previamente aleccionados y avisados, pudiesen exclamar aquello de "chorizos, sinvergüenzas, ladrones", y una retahíla de insultos que, indefectiblemente, quedarían unidos a la corrupción protagonizada desde "la derecha corrupta". Algo ha debido cambiar ahora. Ni una foto de detenidos, ni paseíllo para los veinte detenidos en El Ejido ni instantánea para el alcalde socialista de Santa Coloma o los antiguos consejeros y hombres fuerte de Jordi Puyol. El motivo no está claro. Puede tratarse de una consecuencia de la reacción mediática que hubo hace unos meses en protesta por el tratamiento de los detenidos, que claramente era peor que el dispensado a los terroristas y asesinos de ETA. Incluido el que se le dispensó a De Juana. Aquellos concejales del PP de Baleares fueron tratados como animales, a pesar de lo cual nadie pidió perdón. Ni siquiera disculpas. Hicieron dimitir a un comisario, fue la única medida adoptada. Ahora todo ha cambiado. Se ha dado un trato humano a los detenidos. Quiero pensar que la cordura ha imperado en los responsables de la policía y la Justicia. Porque sería lamentable, y terrible, que el motivo fuese que hay dos varas de medir, en función de si los detenidos son socios de gobierno del PSOE, como Juan Enciso en la Diputación, cargos socialistas, o ‘intocables’ de CIU.
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